— Le escucho con claridad y en ese momento Virso arregló su vestido de novia, tan blanco como la misma nieve, una suave sonrisa se apreció al fin en ese instante — Claro que si, estoy bien gracias ¿Y tú? — Preguntó deseando saber un poco más de él, se le hacía un tanto familiar pero no lograba recordarlo bien.

Contuvo una sutil risa nerviosa por temor de ofender a la femina —Gracias, realmente no era mi intención asustarte de ese modo— Intento hacerle un gesto gentil con su rostro en muestra de su arrepentimiento, sin embargo su cara fría y plana no se movió ni un centímetro o al menos eso fue lo que percibío —... Bueno, pasando de lado un poco el penoso acontecer... ¿Estas bien?—

— Al escuchar sus palabras la joven virgo llevó su mirada a los ojos de este, solo un leve rubor se mantenía un sus mejillas, termino de abotonar aquella camisa y arregló el cuello de la misma — Listo, ya luces mejor — Comentó sonriente para después responder —Si, a ambos nos tomó por sorpresa

—A... Lo lamento, no consideraba que alguien estuviera por el lugar— intento abotonar su camisa, más las manos de la bella chica se lo impedían de cierta manera —Creo que a los dos nos ha tomado de sorpresa la situación... —

— Trata de abotonar su camisa un poco apenada, comienza a preguntarse si el rubio es todo lo contrario a ella — Debes cubrirte!! — Murmuró apenas intentando mantener la calma.