Agachó tanto sus orejas que estas se perdieron en su cabello, mordió su labio inferior y suspiró pesadamente antes de tomar una postura firme, levantó el mentón y con seguridad añadió. — Violet, fui injusta porque no me atrevía a contradecir a Synne, no me di cuenta de las consecuencias...no deseo que sientas inseguridad hacia mi, sobre mis palabras y promesas. — Apoyo ambas manos en sus hombros, acariciandola suavemente. — Te juro que ya no será así, no importa si debo poner un alto a Synne, hablaré las cosas y ayudaré a que sean diferentes. —

No sabía si creer en sus palabras, y eso solo la hacía sentir aún más mal. Agachó la mirada, mordiendo ligeramente su labio inferior y permaneció en silencio durante unos instantes.

—¿Lo prometes? Detesto ser siempre la única que no se entera de las cosas importantes... me hace sentir vulnerable.— Dejó escapar un pequeño suspiro, alzó los brazos para sujetar su propio cuerpo en un abrazo. —Ustedes dos aún tienen muchas cosas que explicarme...

Desvió la mirada, no tenía manera de refutar eso o de defenderse. Jugó con los dedos de sus manos presa del nerviosismo, al final Kate hacia únicamente lo que Synne pedía y no tenía derecho o el valor alguno para contradecirla. — Lo lamento...— murmuró, volvió la mirada hacia ella, estaba furiosa y eso solo provocaba que se sintiera más culpable. — Sé que no eres frágil, siempre he querido protegerte y en eso te aisle de cosas realmente importantes...no volverá a ocurrir así. Si deseas hablar con las dos, estoy de acuerdo, solo es cuestión de que Synne quiera...— Y que no desee castigarla por abrir la boca -

No podía creer que la hubiesen mantenido al margen de tanto, de pronto, se sintió más furiosa que triste, más por el hecho de seguir lidiando con esa horrible costumbre de Synne de considerar a las personas objetos de cambio para sus intereses. Frunció el ceño y empujó a la loba, para verla directamente a los ojos. —¿Y pensaban decirme algo en algún momento?— Al menos la cachorrita no estaba muerta... o eso quería pensar. Desvió la mirada. —Quiero hablar con ambas. Estoy harta de sentirme como un adorno para ustedes, y de no tener voz en esta casa. Se que creen que soy débil e ingenua, que no está bien que me entere de los problemas del mundo.— Extendió su brazo y con su índice presionó en la clavícula de su alfa. —Entiende que no soy frágil. Y Synne debe entender que ya no tengo ocho años.

Agachó las orejas, era difícil responder esas preguntas sin embargo Synne no le había hecho prometer nada sobre que podía y no contarle a Violet. Respiró profundamente y se apartó solo un poco para mirar de frente a Vi. — Sabes que estas guerras solamente cobran vidas y siempre hay precios que pagar...— la sujetó por los hombros, apretó su mandíbula y frunció el ceño, jamás estuvo de acuerdo e hizo todo lo que estuvo en sus manos. — Lillia se fue con una de las leonas, Synne la dejo ir. — guardo silencio un momento. — Synne le entregó al clan Firenze el cachorro, ya que era de Arya...y las leonas cumplieron con la parte de quitárselo para que Synne lo pudiera entregar.—

—No...— Se aferró aun con más fuerza. Tenia el rostro enrojecido por el llanto que amenazaba con traicionarla, agradeció que la lupo no pudiera verla. —¿Dónde están Lillia y la bebé?— Nunca habían sido amigas, ni siquiera cercanas, pero no entendía cómo su ama había permitido que un recién nacido y su madre se fueran así como así de la casa. —¿Por qué hay otra criatura igual a Yuna en la mansión? ¿Quiénes son esas leonas que vienen a ver a Synne?...

Suspiró, sabía a lo que se refería y estaban siendo injustas con ella. La rodeó para sostenerla protectora y apoyo sobre su cabeza su mentón. — Te mantendré al tanto, si debo irme te iré que haré y a dónde iré. ¿Te parece mejor así?

Cerró la distancia que las separaba y se aferró al saco que su guardaespaldas usaba. —¿Y no vas a irte de pronto como otras noches sin decirme a dónde?— Recriminó, de las tres ella era la que nunca se enteraba de nada, sentía que Kate y Synne por igual la trataban como un ave en una jaula segura y la mantenían ahí donde nada podía lastimarla.

Suspiró encogiendo sus hombros al sentir el peso de esas palabras. — Vi...— se dió la media vuelta y se acercó a ella. — Synne ha demandado mucho últimamente, por eso vine a verte hoy...quería estar contigo.

La miró, no estaba dispuesta a ceder... al menos al principio. —Ni Synne ni tú me prestan atención últimamente. ¿Debo tener nueve colas o escamas para ser importante para ustedes?— Últimamente solo tenían atención para los "problemas reales" y en el fondo lo entendía, pero no podía evitar sentirse abandonada y expresarlo más como una cría que como una adulta.