Solo soy yo... A veces río por el dolor, me excito en la paranoia, lloro en éxtasis de una libertad que no existe, me entretengo rompiendo las dulces, pequeñas y delicadas muñecas que me miran sombrías y me quieren matar.
No necesito que me entiendan, ni me quieran, ni me alaben, aunque lo merezca. Solo busco satisfacer esa pequeña necesidad de torturar amando. No recuerdo mi pasado, no me pregunten por él.
Puedo cambiar mi personalidad fácilmente, acéptame como soy o simplemente ignorame, no necesito de nadie para ser feliz. Tengo mi mundo perfecto y en él soy extremadamente feliz, amable y cariñoso, y tengo mi espacio oscuro, donde me atormentan mis pensamientos, me torturan las ideas, me encadenan los relámpagos de palabras sin sentido que me obligan a maltratar y domesticar.