Ha sido una pequeña sorpresa, ¿entonces aceptaba su presencia? Eso era un avance que le hace sentir contenta. Las manos fueron a quedar detrás suyo, uniéndose entre si, yendo sutil hacia delante.

━ Descuida, no pienso hacer que te arrepientas de haberte cruzado conmigo. ~

¿Qué se traía esa mujer? Su naturaleza resultaba inusual. Por lo general, Vera huía de aquellos que se tomaban demasiada libertad con ella pero, en éste caso, pretendía quedars y descubrir qué más podía pasar.

— El destino, el azar, o como prefieras llamarle, no suele ser muy amable conmigo. Ojalá esta vez sea una excepción...

━ Incluso a lo más pequeño hay que darle suficiente importancia, sin embargo... Este momento no es algo que pueda considerar pequeño.

Sutil es que va dejando ir esa mano, sin dejar de lado la serenidad con la que ha procurado interactuar. Lo pensó por algunos segundos, cuidadosa incluso al momento de imaginar, solo para reír al final.

━ ¿Y si ha sido el destino de ambas? Es posible.

— Le das relevancia a nuestro encuentro casual. Es halagador.

Se permitió relajarse un poco, procurando no verse descortés frente a la mirada que Yura le dedica. Y, como ella no suelta su mano, Vera sonríe nuevamente.

— Es difícil saber si el destino está a mi favor, o al tuyo. ¿Qué opinas?

Esa expresión suya, más que incomodar le hizo sonreír, suave, sin liberar a tan suave mano de su agarre, aunque sí debió alzar la mirada para contemplarle.

━ ¿Verdad? Pasan muchas cosas, casualidades o cálculos, incluso destino. Tantas variantes. ~

Su galantería parecía crecer. Aunque no rechazó su gesto al besarla, la joven si cambió su expresión a una más seria.

— No creo en algo como eso. Pero, todo es posible al final.

No desaprovecharía el momento, pues tras inclinarse con suavidad y elevar la mano contraria, podría dejar un suave y sutil beso al dorso de la misma.
Pronto inclinó la cabeza a un costado.

━ ¿Es así? Tal vez nos conozcamos de otra vida.

— Vera. Encantada de conocerte.

Tomó su mano, brindando un apretón casi sin presión. No por descortés, simplemente una falta de energía que le hacía emplear la mínima fuerza.
El acercamiento a Yura le hizo captar más detalles de su persona.

— Disculpa, me cuesta creer que es la primera vez que nos vemos.

Oh, su presentación, nombre. Debido a la atracción que sintió desde el inicio había perdido toda pizca de modales, al punto que para corregir ese error estaría extendiendo su mano en un grácil saludo, esto procurando un porte más galante.

━ Yura, ese es mi nombre. ¿Podré saber cómo se llama la bella dama que captó mi interés? ~

Considerando cómo luce la desconocida y su magnética energía, las palabras podían ser una descripción de sí misma. Vera mantiene esa ligera sonrisa y, detallandola sin discreción, dice.

— Capto la atención de dos de tus sentidos, qué agradable.~ ¿Cuál es tu nombre?