━ Como encantas a mi ser. ~

Le era imposible no imaginar ese constante tiempo en el que pudiera tan solo, tomas para sí misma la mirada adversa, robarse toda esa encantadora atención que le brindaba y hacía querer más de esa maravilla de mujer. Esa mirada suya fue suficiente para robarle un nuevo sonreír.

━ Entonces guiame, Vanya. Te acompañaré el tiempo que desees.

No iba a negarse en absoluto, asimismo, cuan imán a sus ojos le parecía imposible no contemplar cualquier acto realizado. Siente la suavidad de esos dedos al entrelazarse con los propios, algo que le hizo reír entre dientes.
Le gustaba, era un hecho, y no buscaba ocultarlo.

— Cada vez que quieras, estaré encantada de compartir momentos a tu lado.~

Vanya comenzó a ser consciente de su propia realidad. Estando cerca de Kasha, no pensaba en problemas o conflictos que debía solucionar; con ella podía limpiar su mente, relajarse.
Una dulce sonrisa alumbra su rostro, mirándole a los ojos, esos a los que considera pequeños tesoros.

— Kasha, acompañame. Quisiera recostarme a tu lado, y tenerte más cerca. ¿Quieres?

La mujer guía una mano para tomar la diestra ajena. Suave entrelaza sus dedos, segura de necesitarle en ese momento.
Una sensación minúscula, pero amarga, indicaba a la dama que algo no estaba bien en su entorno. Podía tratarse de su sentimentalismo creando una falsa alarma, pero elegía prevenir y refugiarse en su felicidad con esa bella mujer.

━ Oh, Vanya... ~

Imposible no verse feliz luego de tales palabras, los labios se curvaron para dar con una sonrisa, sus ojos que tan centrados están la rubia se habían cerrado por segundos. Disfrutaba plenamente de cada segundo, para un ser que no se habría dado antes el placer de ese tipo de escenarios, es un hecho que sentía gran satisfacción siempre que Vanya estaba presente.

━ Abusaré de esos permisos tuyos para acaparar tu atención con más frecuencia. Me encanta verte feliz.♡

Ah, el beso le brinda una calidez al pecho que no puede describir. Kasha incluso afianzó con suavidad su propio agarre.

— Siempre...

Musita con toda ilusión, dejando que sus manos se deslicen con cariño sobre esa piel, hacia sus pómulos.
No había sido capaz de apreciar un rostro así de hermoso antes; el confinamiento en su hogar le privó de tantas vivencias, que ahora anhelaba ser la compañera de Kasha cuantas veces fuera posible.

— Puedo ir contigo cada vez que quieras. Mi día es monótono y gris sin ti; hoy estoy feliz. ♡

Apartó una mano, alzando su rostro hasta plasmar un dulce beso en la mejilla de la más alta.

Ya estaba encantada por sentirla y observarla tan de cerca, pero sin duda que, el rojo que se plasma en ese rostro termina siendo un llamado a admirarla todavía más, tanto, que se tenía que inclinar, suave.

━ Es como si cada día, esa belleza que posee tu ser, ese natural atractivo que atrae mi mirada solo con escuchar tu voz, se incrementara cada día... Sí, estaré contigo siempre.

Exhaló con esa calma tan grande, pues el tacto adverso brinda una sensación que otros seres nunca le brindaron con tanta sencillez.

━ Si fuera yo quien lo decidiera, querría ir a cada sitio teniendo tu compañía. ♡

Obedeciendo la dama se quedó allí frente a ella, serena y satisfecha por sus palabras, luciendo ese rubor que era la prueba de lo que su cuerpo sentía.

— Me importa que estés bien alimentada, así como me importa pasar el tiempo contigo... Permanece conmigo.

Las suaves manos de Vanya se elevan, rozando con la punta de sus dedos las mejillas de Kasha.

— Podemos disfrutar de la tranquilidad, juntas. Cuando tu apetito lo indique deseo acompañarte, si estás bien con eso. ♡

Cada movimiento era seguido por sus ojos, un interés creciente que nace siempre que podía observar a Vanya.
El pequeño roce le hizo suspirar, fácil es que esas dulces manos le brindaran un relajo indescriptible. Sus dedos responden a ese gesto con un delicado movimiento, sutil caricia en el lugar que ocupaban sus manos.

━ Podemos buscar algo después, Vanya, no quisiera irrumpir abruptamente la tranquilidad que portas solo para buscarme alimento. Estoy conforme admirándote, eres más atractiva que cualquier alimento. ~

Su risa se refleja en Vanya, quien también lo hace hasta mover un poco la cabeza, lado a lado.
Dejó en cada hombro una pequeña caricia, parecía buscar darle confort para quitarle cualquier disgusto.
Por otro lado, sentir ese par de brazos en sus caderas traía en la rubia un agradable sentimiento, como cada vez que sentía sus manos.

— Créeme, no lo es. Aunque ahora me siento preocupada, por ti. ¿Tienes apetito, Kasha? Porque podríamos ir a buscarte algo que pueda satisfacerte...~

Ahora puede ver otro aspecto que desconocía de Vanya, esa figura que solía apreciar en galantes telas era vista por ella, se trataba de una imagen que imposible sería borrar de su cabeza. Su mirada viaja, es sutil al observar de más ese cuerpo adverso, mas no pasó demasiado tiempo para regresar la vista al rostro que la dejaba cautivada, mientras sus brazos irían a tomar de la cadera, suave abrazo que llega con su sonreír.

Negó con la cabeza, atenta era de cada palabra, fina atención a cada facción de la cara, hasta que una pequeña y nueva risa acabó llegando otra vez.

━ Me hace sentir un gran alivio que resultara ser así. No quería terminar por usarla como una merienda por accidente, al creer que fuera una molestia constante.

Un sonrojo carmesí permanece ahora en sus mejillas, guardando las palabras que Kasha le había dicho y ese dulce beso que le invitó a moverse, acomodándose en frente hasta elevar sus brazos despacio, posando cada mano en los hombros de esa hermosa diosa.

No había vergüenza o pudor al enseñar su piel expuesta a ella. Probablemente por esa sensación de seguridad que la más alta solía trasmitirle; a veces sentía que podía mostarle todo su ser sin temor alguno.

— Seré honesta contigo querida, solía ser una molestia. Ahora es entretenido y menos solitario; aunque tenga que adiestrarle, no es una amenaza.