Belial cambió a un semblante más sombrío cuando escuchó que el dragón no poseía recuerdo alguno de lo que aconteció. El estaba al tanto de varias cosas, entre ellos el detalle primordial de que Valgarv había revivido. Naturalmente las intenciones de un Mazoku siempre se van a decantar en deseos oscuros y nada buenos, por lo que es imposible saber qué es lo que estaba buscando con esta visita. Más sin embargo, se hizo presente en frente suyo en un abrir y cerrar de ojos tomando el rostro ajeno con la diestra.
[code]—No me has respondido ¿qué haces en este lugar?—[/code]
