Claro..dígame de él y yo llevaré la carta

*Comentó la joven con mucha tranquilidad*

Había cerrado los ojos al escuchar la voz de aquella dama, para prestar atención a las palabras que decía; hubo una sutil sonrisa sobre sus labios con aquellas palabras.

—¿Habrá manera de entregarlo cuanto antes? Será su cumpleaños, y deseo que lo reciba como un regalo de un mal amigo. Estoy dispuesto a pagar lo que sea necesario, Milady.

*Asiste con la cabeza, tomo la carta para comenzar a leer*

A mi querido amigo, siento mucho haberme ido por un tiempo, tuve que hacer un viaje de redención para sentirme más libre, mas mi vínculo de amistad contigo nunca se perdió en momentos que me sentía fragil, desee que estés a mi lado.
No se como tomes esto pero eres un amigo muy valioso para mi, no deseo perder tu valiosa amistad....

Tuvo un pequeño escalofrío cuando escuchó sus palabras; se había distraído solo contemplando la forma en que aquella dama, que parecía una muñeca a su modo de ver, la forma en la que trabajaba en ese aparato... Asintió suavemente con la cabeza, para indicarle que leyera.

*Con gran agilidad y super concentración, la rubia siguió escribiendo, hasta que para y toma la hoja para ver al joven. *

Si gusta puedo leerla para que me diga que le parece.

*Dijo conservando su seriedad, mientras conserva la carta en sus manos. $

Se notó intrigado por lo que hacía; no quiso entrometerse en lo que escribía, pero no pudo evitar sentirse sumamente sorprendido al ver sus manos, para él era como si tuviesen una armadura puesta... Contrastando con el rostro de la joven.

Sin embargo, decidió no hablar o interrumpir su trabajo, a pesar de la curiosidad que sentía.

*Escucha las palabras dichas por el joven y al momento, se quita los guantes revelando que sus manos no eran orgánicas... Si no prótesis mecánicas pues en la guerra las perdió.*

Ok...comenzaré a escribir.

*Comentó y fijo su atención para asi comenzar con la escritura*

Cerró los ojos un momento, dando un pequeño suspiro tras escuchar la pregunta. Debía concentrarse, pues no esperaba lo que había encontrado en esa oficina.

—Quiero disculparme, Milady. Verá... Mi amigo y yo somos muy diferentes, demasiado, sigo sin saber la razón por la que él me aceptó como su amigo. —Abrió de nuevo los ojos, pero sin mirar propiamente a la dama. —Su gente mira mal a los extranjeros como yo. Tuve que partir en un viaje de sanación, durante demasiado tiempo, no pude comunicarme, y ahora que he vuelto, él estaba furioso conmigo. No pude explicarle el motivo de mi ausencia... Quiero decirle que lamento haberme apartado de esa manera, y que realmente eché de menos su compañía.

*Al momento la joven lo llevó a donde escribe las cartas, le pidió seguirla para que se siente en la silla frente a ella, mientras se acomoda en su puesto de trabajo. *

Dime.... ¿Que desea trasmitir en su carta?

*Pregunto de forma tranquila, esperando lo que le vaya a decir. *

Guardó silencio unos momentos, contemplando a aquella dama tan peculiar que tenía delante... Tenía un leve gesto de asombro, que tuvo que borrar a los pocos momentos, debiendo cubrir sus labios con la mano enguantada.

—Lady Violet. —Pronunció, tras bajar su mano. —En ese caso, le pido por favor que me diga cuál es el procedimiento.