*Pronto sus pálidas mejillas se ruborizaron prontamente, Tomoko alzó leve su mirada y le miraría muy atónita, no esperaba dicha acción pero no podía negar que se sentía bien eso.*

-Pasaría la diestra sobre la cabeza de la mujer y le daría suaves palmadas-

Que tierna.

*Inclinaría más su mirada bastante tímida y de triste semblante* - E-etto...

-Al escuchar tal palabra, el castaño miraría hacía la derecha pues no sabía que decir o hacer-
Hmm... ¿Amar? Pero... ni una cita hemos tenido (?)

- M-me... Amas? - diría en susurro, deseando gritar y decirlo frente a frente del rubio, pero dada a su timidez, no fue posible-

Hmm..
-Sin entender- (?)

Sí, suelo ponerlas también.
-Nota la intromisión de la chica ajena y solo levanta la ceja. -
Ahm... bien creo que es hora de irme.
Nos vemos Sata-san.
-Le hace un ademán de despedida, no deseaba interrumpir su reunión de ambos jóvenes. -

*Se sentía nerviosísima, ahogada en su propia timidez y temerosa de lo que el rubio pudiese pensar de ella, tan solo deseaba hablar con alguien y tener una amena charla, aunque sea por algunos minutos sentir un poco de compañía.*

-La vería algo curioso pues no sabía por qué tanto rubor en las mejillas de la mujer-

E-etto... - Se ruborizo inmediatamente, desviando su mirada y tornando su gesto más tímido*