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V1578243 · M
[code]en concreto a la mujer que había ocultado ese fragmento de Isolde. Senna yacía sobre la grama, sin fuerzas para ponerse de pie, mientras las ánimas se arrastraban hacia ella.
Ahora el centinela debía elegir.
Ahora el centinela debía elegir.
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V1578243 · M
[code] llamaba por su nombre y le rogaba ser salvada.
Lo habría admirado por un rato más si así lo hubiese querido, pero el repentino disparo por parte del centinela lo sacó de su trance. El orbe voló de su mano, y poco tiempo le dio para arremeter contra el insolente que ahora le apuntaba a la cabeza. Miró de soslayo al hombre en cuestión, movido por la curiosidad de saber quién era ese miserable capaz de detenerlo en su cruzada. En sus ojos reconoció una determinación que le resultó bastante familiar.
— Patético plebeyo —Viego susurró con el hastío digno de un noble como él.
El metal de sus guanteletes rechinó en cuanto apretó los puños de la rabia, conteniéndose de hacer un movimiento en falso, y no porque le temiera, sino porque traía algo más en mente. Con una torcida sonrisa en labios del rey, devolvió la mirada al frente, [...]
Lo habría admirado por un rato más si así lo hubiese querido, pero el repentino disparo por parte del centinela lo sacó de su trance. El orbe voló de su mano, y poco tiempo le dio para arremeter contra el insolente que ahora le apuntaba a la cabeza. Miró de soslayo al hombre en cuestión, movido por la curiosidad de saber quién era ese miserable capaz de detenerlo en su cruzada. En sus ojos reconoció una determinación que le resultó bastante familiar.
— Patético plebeyo —Viego susurró con el hastío digno de un noble como él.
El metal de sus guanteletes rechinó en cuanto apretó los puños de la rabia, conteniéndose de hacer un movimiento en falso, y no porque le temiera, sino porque traía algo más en mente. Con una torcida sonrisa en labios del rey, devolvió la mirada al frente, [...]
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V1578243 · M
[code]Había añorado tanto por ese momento. La Niebla Negra se había arrastrado por Runaterra durante siglos, llevándose consigo cuanto rastro de vida encontraba a su paso. Tuvo que pasar tanto tiempo para estar al fin a su lado, un retorcido alivio por parte de un hombre que renunció a la vida para recuperar a su amada esposa.
Aunque solo fueron segundos, el rey se dio el tiempo suficiente para disfrutarlo. Estaba embelesado en ese orbe de luz que sujetaba en su mano, al punto que se había olvidado de la Niebla a su alrededor, o de los espectros que aullaban cada vez que eran fulminados por las armas reliquia. Ni siquiera tenía oídos para escuchar al centinela que entre gritos estaba llamando a la mujer postrada a sus pies. Para Viego, lo único que era digno de llevarse toda su atención era su amada Isolde. Tal vez no era la misma que en vida había conocido, pero podía sentir esa parte de su alma, tan pura e incandescente, que según él lo [...]
Aunque solo fueron segundos, el rey se dio el tiempo suficiente para disfrutarlo. Estaba embelesado en ese orbe de luz que sujetaba en su mano, al punto que se había olvidado de la Niebla a su alrededor, o de los espectros que aullaban cada vez que eran fulminados por las armas reliquia. Ni siquiera tenía oídos para escuchar al centinela que entre gritos estaba llamando a la mujer postrada a sus pies. Para Viego, lo único que era digno de llevarse toda su atención era su amada Isolde. Tal vez no era la misma que en vida había conocido, pero podía sentir esa parte de su alma, tan pura e incandescente, que según él lo [...]
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[/code]ese ser. La furia se acumulaba ahora en sus armas, desatando una tormenta de disparos continuos, exterminándolos en su andar a todos los espíritus con agujeros ardientes de luz purificadoras en sus cuerpos, creando un camino directo a Senna. - ¡VIEGO! - Disparó directo a la mano para interrumpirlo, logrando acortar la distancia luego y apuntar directo a la cabeza de aquel hombre espectral con toda la intención de matarlo. - No debiste haberte levantado de la putrefacta tumba de donde saliste. - La luz purificadora estaba cargada y lista en esa pistola forjada con piedras talladas y metales lustrados. Las palabras del rostro con el color y textura de una caoba avejentada, y pómulos que lucían angulares y patricios, con su largo cabello oscuros estaba atado en el centro dejando ver los costados descubiertos de su cráneo, era una última advertencia para que se alejara de ella. (3/3)
.. { . Music: https://youtu.be/gzwiL8AQsgg . } ..
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Grito el Purificador lo más que pudo dentro de la neblina, atrayendo un agro de espectros a servicio del peligroso hombre. Disparó a los primeros espíritus condenados, pero no pudo evitar que el resto se le abalanzaran encima para detenerlo, y por una abertura de estos podía ver como aquel comenzaba a drenar algo de ella, de su amada Senna. La furia tomó control de su cuerpo, disparando a diestra siniestra con sus armas reliquia a esos espectros alrededor de él, sacándolos de encima y finalizando sus vidas atormentadas con un Resplandor Ardiente en área en forma de estrella de sus armas. El tacón de su bota se elevó para avanzar, los disparos de sus armas de luz iluminaban su camino, a ella, dejando cuerpos inertes atrás en su avance. Evitaba algunos espectros cuando se deslizaba una corta distancia con Persecución Implacable, tratando de dar un disparo certero a lo que amenazaba a su esposa, pero más espectros se acumulaban frente a él, como si protegieran de algún modo a (2/3)(...)
La Niebla Negra se esparcía. A veces se enturbiaba y cambiaba mientras las figuras deformes se movían entre la neblina densa. Sí, la Niebla había encontrado aquello que ignoraba el Purificador junto a la Redentora, el fragmento único que residía en su amada esposa, advirtiéndole de la presencia de aquel dueño de esa plaga en movimiento que solo drenaba monstruosos espectros, Viego. - ¿Senna?, ¡¿Senna?! - La voz del Purificador sonaba dentro de aquel peligroso lugar junto a los disparos de sus armas reliquia. En ese momento contuvo la respiración, evitando que la desolación lo abrumada, hasta que lo único que pudo escuchar fue el sonido de su propio corazón. - ¡No! - En un giro observó con sus ojos a su amada en el suelo frente aquel dueño de este velo de la muerte. Causando que el recuerdo del sonido de las cadenas de Thresh lo hicieran congelar, sintiendo que la podía perder de nuevo ante esa presencia. - ¡Aléjate de ella! - (1/3)(...)
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