« Back to Album · Next »
La luz del día comenzaba a desvanecerse, tiñendo la habitación de tonos anaranjados y dorados. Altair yacía en la cama, envuelto en mantas, su rostro pálido y sus ojos ligeramente opacos a causa de la fiebre que le acosaba. Cada vez que tosía o se movía, un dolor agudo le recordaba lo vulnerable que se encontraba en esos momentos.

A pesar del malestar, había algo reconfortante en estar en su propia cama, en su propio hogar. Y ese consuelo se multiplicaba por la presencia constante de Mirach.
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
SW-User
Limpio con delicadeza las lágrimas del rostro ajeno, esbozando una sonrisa dulce y afectuosa, sabía que que adorado Altair estaba más sensible que nunca debido a la enfermedad pero aún así apreciaba mucho todo lo que le decía —Mi luz, la suerte fue mía al encontrar a alguien como tú que me quiere tanto como tú lo haces, así que no te preocupes porque ya haces cada uno de mis días más felices que nunca, mi vida tomó sentido cuando tú llegaste— Se acercó a su rostro y le dió y beso suave en los labios —Pero ahora debes descansar, recuperarte muy pronto y volver a ser mi enérgico chico de siempre ¿Está bien?—
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment