— Si se te duermen las piernas y te paras, no esperes que tenga piedad de ti, voy a picotearte. — Dejó el tarro a un lado y fue a juntar sus manos. — ¡Muajajaja! — Había perdido tanto tiempo para hacer su risa malvada que solo causó gracia.
— Ahora te quedas ahí hasta que me quede entumido, por el amor a Cristo nuestro señor. —negó con la cabeza, pero Aysél ya conocía su humor rancio. Así que sin preocuparse decidió seguir bebiendo.
— Totalmente, Corey. Por eso me encierro en donde se guarda el material quirúrgico y me pongo a llorar en el suelo, creo que la vida se apiado de mi y me hizo conocerte. — Fue ahí que le dio el primer trago a la cerveza, tenía cierto sabor amargo. — ¿Seguro que no te peso? — Continuaba dando sorbos, hacia tanto calor que solo aquella bebida le refrescaba.
— Oe oe, ser un llorón trajo muchas cosas buenas esta semana, ¿no? — Dio un largo sorbo a su cerveza, aunque tenia unos minutos con ella seguía bien fría, lo cual le daba una sensación de satisfacción, aunado a que ahora mismo tenía a una pelirroja sentada en las piernas, eso si que era algo para celebrar.
Sus manos le tomaron por sospresa y a causa de ello perdió el equilibrio por un instante hasta haber quedado sentada aún mejor en su regazo. — Hay mucha gente aquí, Corey después me ofreces tu cara para sentarme. — Apenas terminó de hablar se echó a reír manteniendo el buen humor en aquella charla. Tomó el tarro entre su mano izquierda y lo alzó. — ¡Salud! ¡Salud por ser unos llorones! — Volvió a reír, con él era inevitable no hacerlo.
Enarcó una ceja, ni pudo reírse porque se dio cuenta que estaba evitándolo o al menos la mirada, dejó el tarro al lado por algo más importante, se sentó para acomodarla bien sobre su regazo, Aysél no representaba un esfuerzo por lo ligera que era. — Siéntate bien, el punto era la cara, pero ya es algo. — ahora sí rió, después le acercó uno de los otros tarros y retomó el suyo. — Salud, Roja.
— Mhmm... Vale, vale... — Se fue acercando pasito a pasito hasta que tomó asiento sobre una de las piernas ajenas. — Aquí 'toy. — Se mantuvo quieta, sin moverse y sin mirarlo.
