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—Lo haremos pero si no pasa nada me debes veinte dólares y si por alguna extraña razón aparece algo, puedes cobrarte como quieras. — galán como solo el solo le guiño el ojos torciendo los labios para formar una sonrisa pícara, saco unos billetes pagando de más como solía hacer y después la tomo de la mano. —¿Tú has presenciado algo? —
— ¡Por supuesto! Usaremos tecnología avanzada, no pretendo engañarte.

La sonrisa se marcó en ese rostro, estaba más que inspirada para enseñarle cómo las presencias de verdad existían, muy dispuesta a que Ronan se convirtiera en ese compañero de aventura paranormal que buscaba, ya que era ligeramente miedosa para ir sola.
—Exactamente. —dio otro bocado a su baguette, estaba tan buena que por un momento pensó que estaba solo pero luego el peculiar aroma de ella le recordó su presencia. —¿Vas a usar aparatos sofisticados? — enarco la ceja todavía incrédulo pero le daría el beneficio de la duda solo por qué le aparece bonita, curiosamente bonita. —I'm in ~—
— Pruebas científicas, eh. — comió una papa intentando pensar en que pruebas podría darle, metió otra papa en la ketchup para después comerla mientras tenía una lluvia de ideas.

— Ya sé, si no te molesta salir conmigo otra vez haremos experimentos para captar presencias paranormales.
—Bah tonterías, no creas todo lo que diga la gente. La ciencia dice que no existen. —una vez llego la comida sostuvo la soda para brindar con ella por ese encuentro tan fortuito. No tardó en dar una gran mordida a su baguette mientras masticaba se relamio y la señalo como juzgandola de forma divertida. —dame pruebas científicas y te creeré. —
Su gesto cambió al notar como Ronan se burlaba de ella, pero era uno de indignación, falsa pero indignación. Alzó una ceja hasta que lo siguió mientras le narraba esa experiencia, ella misma se hubiera muerto del susto. Le encantaban las cosas de terror pero era bastante asustadiza.

— Eso no importa, Ronan. Los fantasmas existen, y mis seguidores me cuentan historias que me dejan la sangre helada! Cosas que ni los más valientes se atreverían a hacer.
—JAH. ¿Crees en fantasmas? Esa mierda no existe Kyara. — no pudo más y si soltó una carcajada bastante burlona. Él es un hombre de ciencia, ha visto cosas peores que una sábana flotando. Suspiro, al llegar al local pidió dos especiales acompañados con papas fritas criscut. Y dos sodas de vidrio, encontró un banco, puso sus manos en los hombros de la chica y la guío hasta sentarse ahí. —Existen reflejos que permanecen todavía a las doce horas de muertos, los párpados, la boca, algún movimiento locomotor. Lo más extraño que me sucedió fue que un señor ya como de ochenta años se levantó, quedó sentado y me miró. Lo encare y vi sus ojos sin vida así que simplemente lo volví a acostar para que dejara bde joder. Tenía mucho trabajo por hacer. — se apoyo en la pared contigua cruzándose de brazos pareciendo bastante intrigante la muchacha.
Casi se le erizó la piel cuando oyó la palabra morgue, es como si un chip se hubiese encendido dentro de sí y pasó a olvidar completamente del tipo que los seguía, la emoción siempre tendía a ganarle en ese tipo de casos.

—Yo estoy bien con cualquier comida... Nee... ¿Te parece si yo te invito la comida y tú me cuentas mucho acerca de tu trabajo y las experiencias que se pueden vivir ahí?

Los ojos le brillaron, como si hubiera encontrado el mismísimo One piece.
—Trabajo en una morgue, eso me haría experto en muertos. — comenta soltando un guiño coqueto claro que por supuesto. Se desguindo de su cuello para tomarle del brazo, así era más cómodo aunque por su altura cualquier pose encaja. Se quedó meditativo unos momentos hasta que cambio el rumbo y fue por el otro lado rodeando un parque enfrente de ellos. —Tengo ganas de un lonche de salami y tú? Se de un lugar que ests por aquí, es de un italiano conocido mío. Haha y es judío quien lo diría. — se inclino hacia delante sintiendo que podría explotar entre risas pero casi todo ers una tetra ya que al parecer el supuesto acosador no cedió ante su cometido y empezó a tomar fotos de ambos, él por su parte trataría de cubrir el cuerpo de la chica con su gabardina, su altura permitía eso y más.
Le pareció gracioso el comentario de los zombies, hablaba como si los conociera de verdad, a lo que rió, llevó la diestra a su rostro para cubrir sus labios. Cuando supo de la selfie se acomodó.

—Kyara, un gustazo. — parecía que efectivamente iba a tener una cita en ese horario, aunque agradecía que la estuviera entreteniendo a ver si el stalker se largaba de una buena vez.

— ¿Qué te gustaría comer, Ronan?

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