Cerró los ojos, se revela complacida ante el actuar opuesto en todo momento, en el propio pensamiento le hace ver a alguien merecedora del interés como premios venidos de la misma bruja. El pulgar apenas se puede mover, toma camino contra la humedad que puede sentir al poco tiempo. Pronto es que la mirada se entreabre, contemplando a detalle al par de oscuras alas, un agradable complemento para su vista.
Sus labios se apresuraron a cobijar el dedo que se hundiera entre estos, acercando su lengua para succionar su falange como una cría buscando de su alimento, el alimento vicioso que solo ella pudiera ofrecerle. A sus espaldas sus alas negras, corrompidas y aterciopeladas se abrieron y escurrieron su albergadura hacia el suelo, como el perro que muestra sumisión a su dueño.
Inevitable es que la sonrisa permanezca en su expresar. Aún si el escenario puede expresar cualquier otra situación, ante los ojos de la bruja puede ser un gesto lleno de ternura, adorable el como se podría comportar la fémina contraria, que incluso le regala un mejor roce al par de labios, atenta con invadir la cavidad con sumo cuidado, detallando la suavidad sobre éstos mismos.
La expresión de la mujer arrodillada se tornaría de un rojo intenso al sentir tales dedos alargados y finos recorrerle como lo hacían. Sus brazos se apretaban hacia si mismos como si estuviera a punto de derretirse. Apenas si separó sus labios para que ella pudiera tocarlos a gusto, respondiendo con un beso sobre su pulgar, pegando sus labios casi al punto de querer hundir la falange entre estos.
Vuelve a reír con poca más notoriedad, algo que no pudo contener. Cuán conocedora de cada pequeño aspecto que la otra pudiera conceder, sentía que incluso basta el mero dirigir de su mirada para comprender lo que pensaba. Deslizó mejor las yemas de cada dedo contra la suave piel, segundos, antes que el pulgar terminase contra el mentón, subiendo hasta el labio inferior de la otra mujer.
━ Co-rrec-to. ¿No es eso bueno? Ofrecer toda tu obediencia a mi.
Casi sintió estremecer su cuerpo por el tacto de sus dedos sobre su cabello, lo sentía tan sublime que se sonrojo cuando los tuvo ahora en su mejilla. Su expresión mostraba mero éxtasis que se esforzaba por contener, mientras la voz se le cortaba, casi como la excitación a fuerza quisiera salir.
Sutil sonreír se puede dibujar en su expresar, inevitable el poder contener la breve risa que puede dar. Contenta como complacida con un alma que obedecería hasta la más absurda de sus peticiones. La bruja entrecierra su mirar, y un paso ofrece para la cercanía agregar, así inclinar el torso hacia delante, suficiente, para que los dedos puedan rozar gentilmente contra la obscura cabellera de su sierva, una pequeña caricia que pudo viajar hasta dar con la mejilla, tacto regalado, merecido por ese comentario.
━ Buena chica. Palabras tan adecuadas y acertadas.
Se abraza a si misma, tan conmovida por sus palabras. El demonio ave ya tenía la mente tan corrompida por la voluntad de la bruja que en su mente nada importaba tanto como su obediencia y deseos. Se sentó sobre sus muslos frente a ella, en un dibujo corrupto de una doncella inmaculada que se entrega devotamente.
- No es necesario si quiera preguntarlo, mi cuerpo, alma y corazón son... Vuestros.
━ No pongo en duda que obedecerás a cada palabra sin mediar queja alguna, mi pequeña ave. Mientras esa lealtad se mantenga hacia mi ser, tendrás la atención que mereces obtener... ~
