—Uhm! Pero smo siempre hago lo que más te gusta a ti.— le brindo un guiño coqueto y lamió discretamente su propio labio para humedecerlo y así déjale un beso en el cuello.— Excepto cuando duermes...— susurro con un toque travieso, dejándose llevar por él.

— Esposa. No eres mi juguete pero odio que quieras darme órdenes o que termine haciendo tu voluntad.— La cubre con un abrazo y la descubre en su intimidad, apagó las luces y cerró esas cortinas, ni una luz entraba ahora podía desnudarla a su antojo.

—Creo es mi culpa verdad? — con descuido sus pechos se pegaron a el provocando que la prenda que apenas cubría sus pechos se desacomodara, ahora ese botoncito rosado se mantenía oculto y presionado a la playera de su amo — Solo era una sugerencia... Sé que soy tu jugué, amo.,—

— Me pregunto de quién esa culpa. — La toma de la cintura pegandola a su pecho. — Cállate Nem, tu cuerpo me pertenece y hago con el lo que quiero, no me des órdenes.

Pero has marcado bastante en mi por dentro también y ... los baños no han logrado quitarlo todo.- Negó suavecito y tomo con cuidado su muñeca agachando su cabeza desviando su mirada.— Por eso debes marcarme de nuevo.—

— Detesto que las duchas quiten lo que escribo en tu piel.