Podría ser que su matrimonio fuese una farsa, eso no haría que la relación con su hermano cambiase de ninguna manera. Lo apretujo tanto que sintió casi como un "Click" en el cuello de su hermano parecido a cuando le quebró las costillas.
— Etto. ¡E-El ayuntamiento está lleno de trabajo! Entre eso y labores del hogar a veces olvido llamarte
Se calmó unos segundos al entrar en contacto con su hermana. Su tacto, su aroma, su calor lo transportaban años atrás; cuando ella lo cuidaba de todo. Era una persona tan amada por él. Con un simple abrazo hizo que se olvide de su enojo.
— Hermana... ¡También te extrañé mucho! ¿Por que no me llamas todos los días cómo antes?
Claramente estaba asustada por esa aseveración tan fuerte que le hizo su hermano, la despistada azabache se apresuró a correr hacia él para tomar su cabeza y hacerlo bajar hasta que pudiese abrazarlo, claro, apegaba la oreja de su hermano menor en tres ese espacio entre su cuello y su busto en un agarre sumamente fuerte.
