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Amor es, puramente cacería.
 
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Soujiro · 26-30, M
Y con esto, una ultima muestra antes de empezar la cacería

- ¿Estas lista?-

Soujiro · 26-30, M
-Intentare explorar eso, atacare sus piernas mas de cerca, el arco podrá ayudarnos, si lo distraemos lo suficiente podremos empezar a analizarlo. – Desvió su vista hacia adelante, una atacante de rango y uno físico, faltaría quien pudiese absorber los golpes pero no importa, el suelo y el ambiente les serán de ayuda. Flexiono sus piernas, la enorme entidad había detectado las energías de ellos dos, por lo cual estaría empezando a buscarlos, no hay mal intención, simple sentido de supervivencia.
Soujiro · 26-30, M
-Becca-

Acortar el nombre, se dio el permiso por si mismo -No sabemos que cosa sea esto, o que habilidades tenga, pero estoy seguro que hacerlo caer será toda una experiencia.- Expresaba un entendimiento, echarse para atrás ya no era una idea. Volvió su vista entonces, su expresión es firme pero abierta a escuchar.
Soujiro · 26-30, M


-Estamos premiados ¿Eh?.- Extraño, cualquiera estaría asustado pero por su lado se encontraba interesado, hace tiempo que no cazaba algo tan grande. Sostuvo entre sus manos ambas espadas cortas, apretó con firmeza de tal modo que un leve temblor reflejaba en estas, no es tonto, sabe cuan peligroso puede ser meterse con este tipo de criaturas, pero tampoco es algo que pueda retenerlo.
Soujiro · 26-30, M
Si hay algo que Soujiro entiende, es cuando algo peligroso se esta acercando, no es una habilidad más allá de la detección, podría decirse que se trataba de alguna clase de sexto sentido. Sus temores se cumplieron cuando alzo la vista, imposible de esconder para cualquier ojo. Mil tentáculos emergiendo de su cuerpo, enormes patas que casi aprecian comprarse a las de alguna clase de elefante, esa cabeza cadavérica que de agregado parecía tener mas de una no solo al frente, si no regándose desde donde debería estar el cuello hasta el inicio del pecho, un horror desconocido para el hombre, demasiado mayor incluso para ser un simple demonio.

Pero, el cazador solo sonrió, mientras en su rostro podría verse una expresión que mezclaba emoción con una descarga de adrenalina.
— Becca era ágil, no por algo podía liderar una manada entera en situaciones de peligro. Entrecerro los ojos, dejando que su olfato le llevara hasta aquel misterio, y cuando finalmente pensó alcanzar la zona más cercana, se escuchó un fuerte estruendo, ¿Qué era?, los roedores más dóciles sollozaban y otros seres más huían de la escena tan pronto aquel dúo se acercaba al lugar. El recorrido se hizo tan corto, cuando vio a la criatura aparecer ante ellos, la miró sorprendida y con los pelos de punta ante tal ser.—

Sou-soujiro no te separes...


— Era incierto lo que podrían hallar durante aquel oscuro y amplio camino, su único guía recién se alzaba entre nubes grisáceas y un cielo vagamente estrellado, estaba casi en su climax, la luna se movía junto a ellos, aunque esa noche había algo diferente en Becca, podía sentirlo dentro de ella, esa sensación de ansiedad y adrenalina cuando sus sentidos naturales se manifestaban. Ahí estaba la culpable, frente a sus ojos, podía percibir el ambiente e incluso seres diminutos, aquellos de se arrastraban en la tierra y otros que podían volar entre ramas queriendo burlar a los depredadores. Estuvo atenta, aunque para la cazadora era un enigma las habilidades de su compañero, avanzó lento, pero el ruido se hizo más intenso y grotesco, era obvio que había escuchado, así que enseguida preparó su arco y flecha, apuntando entre árboles, matorrales, el piso, hacía arriba, buscando un objetivo entre una densa neblina que rápidamente se venía hacia ellos y los arropaba.—

Lo sé, está alerta...
Soujiro · 26-30, M
Para el bosque.

-Hay algo aquí.
Soujiro · 26-30, M
Eran dos sombras moviéndose bajo la tenue luz de la luna, la sintonía entre los dos es sumamente evidente, no solo en la forma de los coqueteos lanzados mutuamente si no también en el agregado de como parecen moverse de forma semejante cual cazadores experimentados, sea cual sea lo que los haya vuelto así, aquí están dándole forma a lo que por ahora es incertidumbre verdadera.

Pero, la noche resguarda muchos misterios, y para los dos no se encuentran solamente en un desconocimiento de lo que la oscuridad oculta, la cacería nocturna podría ser simplemente de animales, hasta los osos pueden resultar una buena presa que los pueda retar. Pero, los sentidos agudos del azabache suelen funcionar de una manera diferente en muchos casos, sintió algo que su piel hizo erizar, forzándolo a detenerse por un instante en medio de su caminar.

-¿Escuchas algo?

Se detuvo en seco, una pisada, demasiado grande y fuerte como para ser simple coincidencia. Es claro que no se trata de algo natural in
— Becca había acelerado el paso tan pronto caminaba por su costado, su vista iba al frente pero su sentido auditivo tenía una total atención a las palabras de Soujiro. Ella esbozaba una sonrisa casual y serena, pues tampoco tenía alguna razón para temer de él o de sus "colmillos", solo esperó pacientemente porque aquellos versos se hicieran reales, o tal vez no. Su paso fue firme y directo, evaluó con cautela el entorno y los posibles sonidos que estuviesen más allá de su alcance.—

Si lo que buscas es la carnada más grande te podrá interesar ir tras aquel ser que solo se avista a medianoche.

— Ella era objetiva con lo que buscaba, de momento no quería medir su rivalidad con él, sino una alianza que afianzara más la confianza en ellos. En ese instante, solo el ruido de la noche los acompañaba, y la luna a medio asomarse, empezaba a iluminar el sendero de aquel lúgubre bosque.—

Será mejor que no fallemos, avancemos Soujiro.

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