—Pues creo que exageras con ponerte tan visceral pero a mi me encanta.—
Besa sus labios mientras acaricia su rostro, dirige su mirada a la voz más joven presente.
—Mira nada más quien llegó...— Dijo al padre del joven y androgino dios. — Hey~ eso no es muy romántico que digamos para venir de un Dios con tu naturaleza, sabes que lo consentiré todo lo que quiera.— Se dirigía a Eros mientras se abrazaba al cuello de su amado.
¿Tan obvio llegó a ser?. — Reclama y con gusto la recibe entre sus brazos. — Tus excusas tan obvias solo hacen hervir mi sangre , con urgencia mucha urgencia.
Eres un extremista padre. -Se asoma por la puerta del gran salón donde están sus progenitores. Verles provoca en el mío y un sensaciones que logra camuflar con ese semblante siempre relajado y despreocupado. - Mamá deja de consentirlo, no es un niño.
¿Por eso vuelves con más cada vez que te vas? - se le escabulle entre los brazos- Eso jamas, nunca te dejaré. Solo es mi excusa para tocar y sentir tu cuerpo.
