— Espera, ¡con calma!

Fue jalado de la mano, dando un par de traspiés , para seguirle luego con pasó rápido. Hablaría con él luego.

-Se quedo en silencio por obligación apretó sus puños bajando la mirada por unos minutos, los odiaba, odiaba a los lan estos le quitaban cada cosa que amaba, tomo la mano de wei ying yéndose del lugar.-

-abrio los labios sin pronunciar palabra alguna creando imponiendo un conjuro de silencio a Cheng, con calma aparto la mano de su cuello-

Tengo la misma edad de tu padre, me eduque con él, conocí a tu madre de niña. Y posiblemente sea el único vivo de mi generación yo conozco más de lo que tú llegarás a conocer en tu vida. Pero alardear no es digno de nosotros

— Calma Jiang Cheng.

Se apresuró a calmar al ajeno, notando que le estaban haciendo enfurecer, cosa que no era difícil, más no era necesario.

— No te dejes influenciar por el ego de... ¿Quién es ese anciano ?

-Apretó los labios acercandose al lan sacando chispas tomandole del cuello.-

¡No te atrevas a decir algo de mi hogar maldita rata asquerosa!, ¡Tu no sabes nada de mi o de mi gente se creen la gran cosa pero son patéticos!

Desde cuándo los miembros de la secta Jiang son tan irrespetuosos? Serán la causa de la destrucción de ese lugar

— Hola, parece que te estás ganando más problemas que yo últimamente.

Ya con más calma cambio su postura a una más relajada, llevando sus brazos tras su nuca, así sin más caminando a un lado de él.

—Vamos, quiero tomar sopa de loto y recordar buenos tiempos.

-Se detuvo de golpe al oír cierta voz reconocida, se volteo lentamente al notar que era el que le quitaba el sueño cada noche.-

Wei ying..

— Para ser un Lan no cumple las reglas que el mismo Gusu Lan se jacta.


Se cruzó de brazos con cierta sonrisa irónica. Se quedó unos momentos antes de ver que Jiang Cheng se retirará.

— El que toque a Jiang Cheng se va arrepentir.

-se queda renegado en una esquina, prefiere no hablar y mucho menos decir que su hijo es el último wen vivo-