Solo sonrio sin darle importancia a sus palabras, levanto su brazo y con su diestra se despidio hasta cerrar la puerta entrando con la joven, despues de esto solo se escucho como Aless se alejo en su vehiculo provocando un escandalo con las balas de su arma de fuego que quizas utilizo para perseguir al raro en su huida de la escena.
Miró de soslayo al rubio, no una mirada de fraternidad, más bien, lo juzgaba. Antes de que se fueran lo miró por encima de los hombros, sonriendo.
—No es propio de un agente del bien aceptar esta clase de cosas. Cómo caen los grandes.
Apenas pasaron ellos la puerta, Aless la cerró de un portazo. El sonido del arma siendo recargada fue inmediatamente reemplazado por el sonido de las balas siendo disparado en ráfaga hasta acabar el cartucho.
@ʟɪᴛᴛʟᴇ ɢɪʀʟ ɞ: — Saca un pañuelo limpiandole el oido apartandola por completo de aquel extraño individuo. — Sera que mejor nos vayamos a casa, repito no puedo descuidarte un segundo porque aparecen tipos raros.
Recargado al marco de la puerta se encontraba el asiático con una Uzi sujeta en la mano derecha. Miraba al extraño sujeto, cualquier mínimo movimiento en falso y dispararía a matar. Esperaba y que la mujer no hiciera preguntas de por qué estaba ahí. Le hacía un favor.
*Me acerco a ella, y le hablo al oído* Juguemos un juego, que se llama "Supongamos", amiga... Supóngamos, que no viene... *Le soplo un poco de aire tibio, en una oreja*
