Ahora siente... ¿Que Power lo está meciendo? Está confundido con lo que sucede a su alrededor, sin embargo, se deja hacer ya que no quiere hacer enojar a la mujer. {?} Los gestos que ella hacia eran cada vez más lindos. AYUDA. ¿Que deberia hacer ahora? Se pregunta el chico mientras mantiene los ojos cerrados, ignorando así que le dijo bastardo. {?} — Ah... Que lindo es el silencio.. — Susurra solo para molestarla. {?}
Vuelve a silenciarse a sí misma, pero esa falta de ruido lo compensa con un movimiento lento, yendo de lado a lado como si estuviera meciéndolo con cuidado. Termina inclinando el rostro para dejar que la barbilla de la rubia se apoye en la cresta del rebelde cabello de Denji, el cual estaba siendo cubierto por la prenda que a duras penas la cubre. — ... Bastardo (?)— susurra para él, aunque no en un tono hostil como siempre acostumbra. Sino uno que refleja ese aprecio del que no es capaz de demostrar.
— No podía ver el rostro de Power, sin embargo, estaba seguro de que su rostro estaba sonrojado igual o más que el de él. Cuando ella se mantiene callada, suelta un suspiro de relajación. Sin embargo, toda relajación se va a la mierda con el molesto sonido de Power. — Tch... — Poco le duró el gusto. (?)
— ... — Hinchó las mejillas con notoriedad, frunciendo el ceño y manteniendo los labios ligeramente abultados, alzados. Guarda silencio por un instante, siendo el sonido de su respiración lo único que puede percibirse en el momento. Era reconfortante, sí, pero poco le duró. — Nnzz, nnzz, nzz, nzz... — comenzó a imitar el sonido de una canción a un ritmo marcado. (?)
— ¡Dejame disfrutar este momento en silencio! (?) — El en vez de molestarse lo disfruta como si fuera la última Coca en el desierto. (?) Poco a poco se fue aferrando a ella, disfrutando aquel romántico momento entre la extraña pareja.
— ¡No me hagas shshsh! — Sus brazos hacen lo posible por estrujarle la cabeza a modo de reprimenda, pero no le duró demasiado. El abrazo que daba a su cabeza se tornaba más cálido, raramente con cierto cariño. O es que le era inevitable el no poder tragarse el orgullo por un instante. (?)
— ¡Shhh! — Gustoso se dejó apegar, cerrando los ojos y dejándose llevar por las dulces sensaciones que le llenaban al encontrarse de esa manera con su rara novia. (?)
— ¡Entonces sigue llorando sin quejarte tanto! — Aunque sus palabras no tenían mucho sentido, poco a poco fue dándole espacio para respirar entre sus brazos y su cuerpo. Y claro, con la sola condición de no separarlo de sí.
