« Back to Album · Next »
That's weird, I don't like it.
 
Newest First | Oldest First
TN1568342 · F
— El templo siempre te recibirá... — cuando tuvo los dedos ajenos sobre sus propios labios, Maria sacó la lengua y los pasó lento entre estos, dejando un rastro de humedad entre ellos.

— Amén. — y tras una última mirada, se levantó de su regazo para ir a cumplir su propio trabajo.
—My dear Nun —almibarado, tomándola por el mentón, aunque la posición de ambos era incómoda para lo que quería hacer en realidad—, siempre serás mi confesionario, prometo decirte las cosas que hice esta semana.

Llevó los dedos a su boca para besarlos, y luego hacia los labios ajenos, disfrutando la suave textura de los mismos.

—Amén.
TN1568342 · F
El agarre contrario la mantuvo lo suficientemente cerca, sostenida mientras sus manos se apoyaban a los lados de la cabeza contraria sobre la superficie. Sus cejas se arquearon en esa fingida inocencia y mostró una sonrisa calida como siempre.

— Querida serpiente. No me refería a tus pecados pasados, sino, los pecados futuros. — observó su rostro, sus ojos, los detalles de sus ángulos e hizo ademán de alejar poco a poco su rostro.
Los chicos de la iglesia se volvían incompetentes, pensó cuando vio a ese tipo salir despavorido, ¿Y así pensaba usarlo para retenerlo? Suspiraba con cansancio de lo extraño que se volvió esa situación.
No obstante, cuando se pensaba en levantar veía como ella se postraba encima suyo, sintiendo presión en el pecho en causa del cuerpo de la monja encima. Seguido de esas palabras susurradas. Rafael la toma de la nuca para que se acerque, y de la misma manera responde;

—Mis plegarias ya fueron saldadas, pero sí quieres acompañarme, hermana, entonces eres mas que bienvenida.
TN1568342 · F
Quién se alejó repentinamente asustado fue el monaguillo, incapaz de mantenerse cerca. Miró con miedo y la Hermana solo le dio una serena sonrisa aunque sus ojos prometían algo más.

— Oh, al parecer hoy nos vamos a entretener diferente. — dijo la creyente mientras el monaguillo salía de ahí. — Uh...le falta fe. — dijo mientras se agarraba un poco las falsas y terminaba alzando una pierna para sentarse sobre el, aunque no sobre su entrepierna, sino, sobre el pecho del albino.

— Sin amenazas, pecador. Eso no le gusta al Creador. Solo venía a decirte que...— se inclina dando una inhalación cerca de su rostro y dándole una lamida a un costado de la serpiente. — ... tienes confesiones por dar y oraciones que dar en el templo. No olvides tu misión.
—¿Es en serio? —Soltó despreocupado mirando a la monja, una ceja levantada y completa serenidad por su parte. No era tampoco que el monaguillo se viera amenazante—, vamos, sólo dime por qué me quieren aquí y podemos llegar un acuerdo.

Luego, de entre sus mangas una serpiente blanca salió, expuso sus colmillos y veneno goteaba de ellos.

—Pero si no quieren, también puedo usar la fuerza. Os doy cinco segundos —Sonrió divertido—, y ya pasaron dos.
TN1568342 · F
Le dio una mirada al monaguillo tras el grito y este acató su silenciosa indicación. Se puso a la cabeza del albino tomándolo de las manos con "fuerza". — P-Por favor... No... No sé mueva, no quiero...usar...usar la fuerza. —

La Hermana María solo observaba en silencio.
—Aún así sigo sin entender por qué decidiste llamarlo —Aprovechó que las manos estaban libres y apagó el cigarro en la piel del monaguillo. Su chillido de dolor resonó en toda la sala—, a mí no me van los tíos.
TN1568342 · F
— Fumar y consumir sustancias adictivas y dañinas como esas es pecado. Dañan tu cuerpo el cual es un templo, querido mío.

Add a comment...
 
Send Comment