« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
—No hace falta que te disculpes, de seguro dejé abierta la puerta. Uno ya con estas edades olvida todo.

Fingiendo dolor y en un dramático gesto de mano el albino tomó asiento en una silla cerca de una pequeña mesa para lectura. Ahí aguardaba una pila de libros esperando a ser leídos.

—Toma asiento —Indicó señalando la cama—, y dime si necesitabas algo.
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment