Odiaba el día en el que otros celebraban el amor. Le parecía hipócrita, siendo que ella ya había probado de primera mano los sinsabores que el amor humano tenía que ofrecer. Nunca daban nada sin pedir otra cosa a cambio. Nunca mantenían sus promesas. El amor no era más que un bonito placebo.
━ ... ¿Quizá ambas? Siento que si tomo la primera respuesta mi existencia correría peligro. Aunque tengo entendido que suelen ofrecerse chocolates y más derivados del romanticismo.
Y no podía imaginar algo que no fuere sacado de internet ante su propia falta en ese tipo de temas. Ajeno a ello y, viendo qje a aceptado sin inconvenientes, suponía que bastaría, mas nunca pasó por su mente la idea de un beso como algo que recibiría de su parte. Apartó ligeramente la mirada, el índice fue usado para rascar la propia mejilla, ¿cómo ha de responder a ello? Juyeon acabó afirmando con la cabeza.
—¿Un jugo?, ¿es un obsequio por el día o simplemente porque te apetece dármelo?—inquirió con la ceja alzada, pero sin negarse a aceptarlo, y es que hasta el brazo extendió en pos de recibir el embase —[i]¿Debo darte algo yo? ¿Qué será...? —apenas sostuvo el embase entre sus dedos, se estiró un poco más de la cuenta para plantarle un beso en la mejilla, pues no poseía nada más de valor que darle.
━ No creo que quieran acercarse aún si les ofrecieres comida... Es exagerado decir que sangrarás por eso.
No impuso algún tipo de pregunta, tan solo acortó distancias con pequeños pasos, los suficientes para que, al extender su mano, pudiere ofrecer aquella pequeña caja.
━ Por un lado, es imposible no notar tu rostro de querer asesinarlos a todos con la mirada, a kilómetros. Por otro lado, quería comprar dulces, pero las calles están repletas de bullicio y las tiendas son un desastre. Así que compré jugo, ¿quieres?
—Los animales son los únicos seres que están exentos de mi desagrado—anunció tras haber soltado un breve suspiro. Juyeon había dado justo en el blanco ya que, sin saberlo, le recordó su pasado. Aquel donde era infinitamente feliz—. De todos modos, es mejor que no se me acerquen. Lis oídos van a sangrar si vuelvo a escuchar una vez más algo meloso y carente de sentido alguno. ¿Qué haces tú aquí, por cierto?
Cuán sencillo es percibir un mal en ese rostro. Cada facción que atrajo a un caos no solo interno, ni siquiera una oscuridad tormentosa bastaría para ocultar un sentir repleto de negatividad. A sabiendas de ello es que está en ese lugar, una pequeña caja de jugo con motivo infantil en la diestra y, un dedo del índice que apuntó en dirección de aquella.
━ Vas a espantar incluso a los animales que se te acerquen.
