[code]. . . se pudo observar a un guardián albino que parecía ser aún demasiado joven.

⸻ Así que eres el talentoso Mizuki.

Saludo Mikage con amabilidad mientras que Tomoe miraba fijamente a la serpiente sin decir palabra alguna. [/code]

[code]❛No tendré a mi lado a aquel que levante la mano al hijo del hombre.❜

Aquellas palabras habían conmocionado al zorro protector de Mikage. Para Tomoe no existía nada en el mundo más importante que aquel lazo divino que había sellado con su amo y señor y aunque sintiese un profundo desprecio hacia los humanos había decidido protegerlos en nombre de su amo. Mikage había echo que Tomoe se olvidase de aquella mujer por la cual estaba dispuesto a morir y gracias a eso sentía que le debía su vida a aquel ser divino, había ayudado a un sanguinario zorro demonio sin pedir nada a cambio, su amo era un señor benevolente.

Mikage había escuchado acerca del mejor licor que era preparado por el guardián de una deidad en un santuario acuático y por mera curiosidad habían bajado a las profundidades únicamente para conocer al responsable de dicho elixir, Tomoe se mantenía a las espaldas de Mikage, en cuanto las puertas del santuario se abrieron . . .[/code]