-Se despidió de aquel niño una vez que se subio a caballito en la espalda de su madre, confiaba en la palabra de la mayor después de todo confiaba plenamente en ella, dejo su barbilla en el hombro contrario y pronto se quedo dormida.-

ぺろ.. はy うん にñお せんたど あひ, まみ. -Comenta sin apartar la vista de los columpios, que se seguían moviendo sin tener a nadie sentado allí, se aferra a las piernas de su madre buscando de esa manera que le cargará entre sus brazos, en los últimos días había estado viendo cosas que aparentemente nadie más podía ver.-

-Agita su pequeña mano en dirección a los columpios como si alguien estuviera sentado allí y de hecho así era pero a Miyu se le hizo extraño que su madre no notará aquello.- ぷえでs vえrlあ まみ?

— Jajaja, mira que tú igual puedes hacerlo. Intenta. —Le puso el ejemplo de nuevo. Habían hecho una pequeña parada frente a un parque de juegos del vecindario de junto. El aire se percibía frío y aunque había algunas lucesitas de negocios, el ambiente se le antojaba un poco sombrío y no tenía que ver con que el sitio estuviera descuidado. De la nada, al ritmo del viento, uno de los columpios del parque comenzó a balancearse como si alguien se impulsara en él. Sada no notó esto, pues miraba a Miyu, sonriente. -

め ぐsたん lあs lうcえs で cおlおれs まみ -Comento con felicidad riendo cuando su madre saca el vaho de su boca tomandole de las mejillas para que lo hiciera otra vez, las luces cambiaban constantemente de color haciendo que desviará de vez en cuando su mirada para ver el cambio de luces.-

— Fufuh, llegó el viento de invierno, Miyu Chan. Mira. ~ — En cuclillas para estar a su altura, sacó vaho blanco de su boca. Este se esparció hasta difuminarse en la noche. — Me gusta pasear contigo de noche, hija. ¡A que son bonitas las luces de las tiendas! —