[code]- El general tan solo escuchó atentamente las palabras de su amigo, con un agradable esbozo en su rostro mientras su cabeza trataba de imaginar todo aquel relato, con la tripulación, Beidou en chibi dando ordenes, rompiendo y bebiendo cosas, todo en una versión bastante adorable para lo que aparentaba el general de la resistencia. Mientras aquel explicaba, poco a poco daba pequeños sorbos a su sake debido a que estaba extremadamente fuerte, estremeciéndose por cada trago. -

Vaya... se ve que te hizo bien irte de Inazuma. Me alegro mucho por ti, compañero. - Y sin más dejó una pequeña palmaba en su hombro, algo pesada ya que los efectos del sake poco a poco se iban apoderando del cuerpo del general. Sus expresiones se notaban más relajadas y el esbozo en su rostro se fue ampliando a un estado de nirvana absoluta. -

Aquí... aquí las cosas son un asco... nada cambió para bien... [/code]

—Después de todo lo que ocurrió, cuando me encontré la flota Crux Meridianam no sabía lo que me esperaría, pero me llevé una agradable sorpresa. Todos ahí son como familia y siguen las órdenes de la capitana Beidou sin cuestionarla. Al contrario de lo que muchos rumores pueden decir de ella... —Pues sabe que normalmente se habla que causa problemas y eso. — ... Es alguien en quien se puede confiar, es como una hermana mayor fuerte y admirable. La mayor parte del tiempo lo pasamos en alta mar desafiando las tormentas, ninguna podía vencer al Alcor. A la tripulación le encanta hacer fiestas, beber hasta altas horas de la noche sin importar si hay resaca al día siguiente. Creo que me he acostumbrado a beber con ellos que hasta el más fuerte Sake de Inazuma ya no lo siento tan intenso.— Y lo dicho se notó al beber del propio O-choko, él estaba tan normal como si bebiera juguito.(?)

[code]- Mientras su amigo iba a buscar un buen sake para beber, el general pasó a sentarse en aquel lugar que habían elegido para matar el rato juntos. En ese intervalo que el ronin se alejó, Gorou observó sus alrededores y con sus sentidos agudizados guardó silencio para escuchar todo lo que ocurría en la cercanía. Al parecer aún no había ninguna señal de peligro y eso era bueno puesto que sino no podría embriagarse con su compañero. Más cuando este regresó, le dedicó una amigable sonrisa como siempre tenía a la hora de dirigirse hacia otros. Tomó la pequeña taza con su mano hábil y la alzó para agradecer el trago. -

¡Compartir el sake con un viejo amigo es lo mejor! Debes ponerme al tanto de todo lo que hiciste y a donde fuiste. Supe que te embarcaste en la tripulación de Beidou, ¿Sufriste de sus maltratos? Cuéntamelo todo~ - Sin más dio un pequeño sorbo a su sake, estremeciéndose y erizando sus cabellos de lo fuerte que estaba. - [/code]

Tomando en cuenta que Kazuha tiene un excelente oído agudo, será fácil detectar tropas enemigas, el problema radicaría si de pronto se siente tan cómodo que quiera dormir, aunque con la situación actual, es posible que eso no pase.

Cuando llegaron a Fujitou, Kazuha se tomó la libertad de buscar sake por su cuenta para poder compartirlo con el arquero. Hacía tiempo que no se reunía con él y resulta muy entrañable su compañía, desde que huyó, la gran parte del tiempo lo pasó en el mar con tempestuosas tormentas, así que la calidez de un amigo cercano, es posible que lo necesitara.

Tras ambos acomodarse en un lugar con una excelente vista panorámica de todo, sirvió en un pequeño O-choko el cual le entregó a Gorou y en seguida se sirvió él mismo.

—Compartir el sake con amigos, lo hace aún más delicioso.

[code]¿Vendrás al frente conmigo? ¡¡OH!! Entonces eso hace más fácil las cosas. -Tal y como había propuesto el ronin, se lo llevó hacia Fujitou, allí seguramente encontrarían algún lugar con una buena vista para vigilar a los soldados. Era una hora normal de guardia, más que de entrenamiento y debían estar alertas a todo momento ante una segunda oleada de ataque.- [/code]

Tal parece que a su amigo le ha agradado tanto la idea de beber que sus instintos, habían salido de la emoción y por alguna razón lo llevaba arrastras mientras le mordía la ropa. Viéndolo desde otra perspectiva, la escena debía ser graciosa.

—E-Eh... S-Si. No hace falta que te quedes conmigo aquí, podemos vigilar el frente juntos amigo mío.