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Tharos · 100+, M
Quitarte incluso más de lo que ya te quitaron —
Tharos · 100+, M
—Incluso los que están escondidos en este lugar, parecen responder a una especie de resonancia. Es como si reconocieran al que de todos no perdió su forma humana... Algo funcional—

Es analítico, si algo le conviene sabrá cómo resaltarlo. El paso hasta la casa era lento y pausado, algunas de las criaturas los miraban desde lejos, unos cuantos con un brillo en sus ojos, como si aún en sus conciencias corrompidas existiera un amor incondicional hacia su madre, y otros, miraban al cerbero con cierto resentimiento, pues hay ecos de memorias que lo recuerdan consumiendo a algunos de sus compañeros.

—Tiempo es lo que tal vez nos sea complejo de conseguir.— Alzó la mirada por unos segundos hacia las nubes —Nada nos garantiza que, mientras estamos aquí, no haya algún enviado de estos que intente encontrar su manera de resolver la situación. Si tan solo alguien que no haya sido levantado por ti llegara a lastimarlo, y si lograse matarlo, estoy seguro que no respetarán sus promesas, podrían
Tharos · 100+, M
Tharos era un polo diferente de lo que ocurría con Anantari. Otro mortal con un destino dibujado por deidades que con ellos juegan cual si fuesen piezas de ajedrez. Nacido de una unión profana, dibujado desde su niñez como una amenaza, por más que no fuese ello su elección. Odiaba a los dioses como nadie más lo haría en el mundo, tanto por su nacimiento como por la carga que le había sido impuesta sin realmente quererlo.

No les perdonaría en cuanto siga respirando.

Su boca, sus manos, su piel estaban manchadas con la sangre de los héroes que la tejedora ha levantado, resulta extraño que aún con esto ambos puedan caminar juntos sin problemas, es que incluso, es cuidadoso en sus andares puesto que aún si se trataba de un sitio impuesto por castigo, nadie les asegura que no existan informantes cerca.
—Sigue manteniendo comunicación con las bestias. Pronto lo encontraré; hallaré un héroe que pueda hacerle frente y salve a mis alumnos del terrible mal que los aqueja. Solamente necesito tiempo...
Conforme las palabras de Tharos iban siendo dichas, la sonrisa de Anantari empezó a borrarse hasta volverse una perfecta línea recta merced al modo en el que apretó los labios.

—Por supuesto que es listo, yo lo crie —fue su única respuesta en ese momento.

La tejedora y madre de héroes empezó a andar con la confianza de que Tharos la seguiría. A las afueras del páramo que la habían obligado a custodiar se encontraba una casita hecha de madera que ella y Tharos habitaban por decisión propia y no por imposición; ya que el templo que en antaño le perteneció a Anantari había sido destruido por uno de los Dioses tras el asesinato de su hijo. La fémina no le guardaba ningún rencor por eso, pero sí por lo que vino después.

Ojo por ojo. Le habían dicho.

Y aunque no engendró hijo alguno de su vientre, se vengaron al maldecir lo que ella más amaba: sus héroes. Sus "hijos".
Tharos · 100+, M
Es informativo, a ambos les conviene después de todo. Si las cosas salen bien, posiblemente sus planes mutuos rendirán frutos, o bien, servirá para los propósitos que tengan planeados
Tharos · 100+, M
—Y es precisamente por eso que yo tampoco puedo hacer algo al respecto.

Una sonrisa semejante a la de la deidad, Tharos y Anantari no tenían precisamente un trato completamente cordial entre los dos, después de todo, no hace mucho ambos estaban puestos cuál si fuesen dos polos diferentes.

El ha matado a muchos de sus héroes, su bestial naturaleza no lo exenta de tales cosas. Ella lo odiaba, el la despreciaba, sin embargo.. un factor común es lo que los permite cohabitar como lo hacen ahora.

Ambos miran a los cielos con desdén.

—Dicen que el asesino de dioses ha sido visto no muy lejos. Las bestias son muy buenos informantes; tal y como llegó, desapareció. Parece ser más listo de lo que algunos piensan.
—La envidia de los Dioses no me es ajena —respondió con una media sonrisa en el rostro. Anantari vivía sus días fingiendo resignación ante el castigo que le habían impuesto y ante los malos tratos recibidos; pero lo cierto es que tras tantos eones viva podía darse el lujo de decir que los "todo poderosos" eran, irremediablemente, predecibles—. Por ahora se regocijan pensando que el castigo que me impusieron me ha quitado toda voluntad. Dejemos que sigan así. No me lastimarán a menos que puedan encontrar un reemplazo para mí.
Tharos · 100+, M
—El sello resonó, o al menos eso es lo que pensaba. Es una suerte.—

Sin embargo, Tharos era todo menos confíado, quizás era su naturaleza, o bien la propia experiencia que con años ha conocido. Prefiere estar seguro antes de siquiera darse media vuelta.

En fin de cuentas, el mundo es hostil ¿Cómo podría tener esto en paz? Se aproximó, no conoce muy bien de espacios personales, primero le analizaría de pies a cabeza con la mirada, antes de proseguir con sus palabras.

—Hasta ahora no hemos tenido molestias, pero debo recordarle que no hace mucho nos intentaron cazar.
—¿Mi llamado?, ¿estás seguro? Tal vez fue inconsciente porque de momento ha sido un día tranquilo. Ni los monstruos ni las personas han intentado cruzar el páramo.

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