[...] sentiría sin dificultad.

— ¡¡Mffgggg!!

Por otro lado, su sistema comenzó a reconocer cierta sustancia que comenzaba a percibirse en su sistema debido a los efectos que ésta toxina causaba, mareos y pérdida de visión, por lo que sabía que dicha sustancia provenía de la homúnculo mejorada.

Y al terminar con aquel beso, aquel tomó un poco de aire para así caer al suelo sentado, sintiendo aquellos efectos venenosos en todo su esplendor. Incluso sudoración había comenzado a presentar.

— N-Nadie más que tú... m-mi L-Lucille....

No solo el tejido sintético se regeneró, también las prendas comenzaron a regenerarse con el mismo efecto en el que aquellas descargas en tonalidad carmesí comenzaron con dicho proceso hasta ver de nuevo aquellas ropas daño alguno.

Sacudió un poco su hombro izquierdo con la dorsal de su diestra en un refinado movimiento, logrando remover algo de polvo de su chaqueta. Sin embargo, ni todo el conocimiento que almacenaba había sido suficiente como para prever lo que acontecería a continuación, y era aquella unión de sus labios en un aire agresivo, con toda la intención de someter al pelirrojo. Ya que no solo era repentino, sino también era invasivo, pues la lengua ajena comenzó a recorrer cada rincón de su interior.

No obstante, aquella lengua no solo recorrió las mejillas, sino que descendió por la garganta, logrando alcanzar sitios desconocidos por lo que su mirada se abrió mientras un ahogado jadeo se escuchaba y sus cuerdas vocales comenzaron a vibrar, de modo que Lucille las [.

[...]

Se liberó un momento de ese "asqueroso" beso y relamió sus propios labios para limpiar la poca saliva que se había caído por las comisuras de sus labios.

Una gran sonrisa apareció en su rostro al recibir las respuestas a cada una de sus preguntas, sin saltarse ninguna, lo que la satisfacía por completo.

Después de todas esas respuestas, no le quedó de otra más que darle una merecida "recompensa" al pelirrojo. Y, recordando lo que las chicas solían hacer en las películas clásicas románticas que solía ver con el Dr. John Dee, se aproximó más a este y le plantó un beso en la boca al homúnculo. Más no satisfecha por ese "romance" que le aburría y le revolvía el estómago, osó imprimir picardía en tal beso, así que hundió su lengua en la boca contraria, haciendo que esa lengua se alargara y le llegara hasta la garganta, donde se movió en círculos, traspasándole una gran cantidad de saliva y veneno que generaba en su boca.

— Jsjsjsjs... Ahora tienes el veneno y la escencia de Lucille. ¿Quién te va a querer así?

[...]

... por lo que él trató de saturarla con las respuestas que ella exigía.

— ... Tienes bellas caderas, aptas para parir sin dificultad; tus senos son del tamaño considerable para amamantar y succionar hasta el fin.

Por otra parte, aquel proceso de regeneración no le tomó mucho en terminar, por lo que su integridad volvió a estar pulcra como antes del incidente. Aquel permaneció mirando al vacío infinito hasta sentir como su cuello era rodeado por el peculiar abrazo que la contraria, donde su mirada carmesí se desvió hacia un costado para mirarle.

— Pareja ¿Dices?

Cuestionó al instante en un suave tono de voz. Realmente le era confuso asimilar aquello a lo que muchos llamaban sentimientos o amor, especialmente desde que ella lo menciona y demanda.

— Lo somos... De alguna manera, somos pareja, tal vez deberíamos copular a ver qué sucede; el doctor Dee ha mencionado que no podemos tener hijos; ¿Amar? Si... ; quiero estar contigo para siempre; eres hermosa... ; tus ojos son hermosos, si pudiera los arrancaría de tus cuencas para conservarlos eternamente; tu ropa es linda, pero te verías mejor sin ella.

Respondió siguiendo aquel juego de palabras al verse bombardeado con aquellas preguntas

— Ya, ya, ya. Deja de halagarme o me harás sonrojar, tontito.

Parecía que su semblante y la locura de la fémina se había apaciguado con simples palabras que tomaba como halagos. Se hacía ideas extrañas en la cabeza y no dejaría pasar ni un solo momento el disfrutar hostigar al homúnculo primero, aquel que fue la base para crearla.

De momento a otro, dio un saltito, rodeando el cuello del mayor con ambos brazos, quedando colgada de este. En seguida, acercó su rostro peligrosamente al contrario y le miró fijamente.

— Arthur. Somos un hombre y una mujer. ¿Deberíamos ser eso que se llama pareja? ¿Deberíamos copular? ¿Tú crees que los homúnculos pueden tener hijos? ¿Me amas? ¿Me deseas? ¿Quieres estar conmigo siempre? ¿Verdad que soy hermosa? ¡Dime que soy hermosa! ¿Te gustan mis ojos? ¿Verdad que toda mi ropa es linda?

De la nada comenzó a bombardear al contrario con preguntas que parecían no tener fin.

— ¿Te gustan mis caderas? ¿Tengo lindos senos femeninos? ¡RESPONDE!

Gran contrariedad el mencionar que le había dolido y no mostrarlo en su rostro. Ni siquiera su postura titubear al sostenerse en sus piernas. Justamente en ese punto, unas descargas de rojizo tono aparecieron sobre el área afectada, cerrando en un proceso rápido la herida hasta dejarlo como si no hubiese sido dañado.

— Soy solo la primera versión, Lucille, tu eres la más fuerte de los dos.

— ¿Doler? ¿En serio eres tan débil que te duele?

Miró la extremidad en su mano, la cual lanzó hacia un lado, como si no importara realmente. Luego llevó su mano bañada en sangre hacia su rostro y le dio una pequeña lamidita, recogiendo ese liquido rojizo con su lengua.

— Eres demasiado débil, Arthur, por eso daddy me creó. Jsjsjs.

Sacudió su mano y luego se acercó al pelirrojo para limpiar los restos de sangre en la ropa de este. Ella sabía que al ser "especial" para Dee, podía tomarse privilegios qué en realidad nadie le dio, y uno de ellos era molestar a Arthur y tratarlo como le viniera en gana; seguramente, en algún momento, se cansaría y ella lo sabia, pero mientras tanto, disfrutaría de tratarlo así.

Abrupto fue el accionar de Lucille, pero ¿Que se podría esperar de una homunculo tan maníaca como ella? Solo lo inesperado era la única constante.

Dio un ligero salto ante aquel agarre del miembro fabricado por la extraña masa que su piel creó a partir de los polímeros que imitaban la piel y carne humana del joven.

Su mirada se abrió ante la explosiva maniobra de ella, donde la masa de este cedió ante los fuertes tirones que terminó por desgarrar aquella extremidad recién creada, terminando en la mano de Lucille. Mientras tanto, aquella zona de la entrepierna mostró los tejidos musculares, junto a una regadera de sangre.

— Eso dolió ¿Sabes?

Dijo con gran calma.