— ¿Quien lo hace entonces?

Que usted no me paga...

— Así es, así mismo como voy a confiscar tu sueldo.

Si, si lo "confiscó".

— Nada de excusas. Que no es mío, lo confisque.

Una muy buena excusa. Ya por favor guarde su... juguete.

— Se confundió. Es un perro grande, ya tiene su edad. Pero me es fiel al cien por ciento y me respeta.

No creo que sea tan... agresivo... ah cierto, que a usted le mordió el trasero.

— Así es... Cuando le digo que ataque a alguien el hace... grrr... guarrff!

Claaaaaaaro.