De todo un poco, chocolates... gomitas... mentas... — Iba moviendo los dulces para ver qué más tenía. — ¡Chicles! paletas... y demás, mejor dime qué se te antoja que seguro que aquí lo tengo. — Si había algo que le gustaba a ella eran los dulces, de cualquier tipo pero en especial los picantes. Y aún más las mentitas.

Tu me inspiras a querer agarrarte a besos, chiquita. —Levantó las cejas varias veces riendo y sentándose a su lado observando su lugar secreto— ¿De que tienes? —Los dulces eran su debilidad y ella lo sabía—

¿Qué puedo decir? Me inspiras mi chiquita. —Le guiñó un ojo antes de soltarse a reír. Se sentó en la cama y abrió el primer cajón de su buro. — Aquí tengo mis dulces escondiditos, por si en la noche me da antojo, ¿Quieres uno?

—Se reía un poco aún observándola con los ojos entrecerrados; casi una mirada que la estaba juzgando en silencio hasta que su repuesta la hizo reír más— ¡Uh la la! Esa respuesta me gusta, chikistrikis.

— Abrió un poco los ojos pensando en si aquella pregunta sería algún tipo de trampa, lo cual no sería raro en la juguetona de su amiga. — Hmm... Me gustan, pero prefiero las cosas con picante... Como tú. Ahre.

—La apapacha bonito mientras le da esos besitos tan bonitos— A ver si es cierto... ¿Te gustan los dulces?

No soy chismosa, yo siempre digo la verdad... — Siente los besitos babeados y se los devuelve pero en esos pachetitos tan bonitos de ella. —

—Se le acerca para darle besitos babeados sobre sus manitas— Que chismosa eres, bonita chikistrikis jaja

— Se sonroja cual jitomate así que mejor se cubre el rostro con sus manos. — ¡Shhhh, no digas más! Me pones rete nerviosa u//u