No, ya decidí que voy a subastarte primero.-Tomo aquella tela limpiando su rostro y sus manos, ya la pintura comenzaba a secarse.-

¿¡Qué!? ¡No, no, no! Yo no puedo, yo seré la subastadora, veré que vayas con alguien bueno y que te cuide. — Excusas, excusas. Se empezó a reír bastante por todo lo que decían y mientras reía caminó hacia una mesa donde había un par de telas. Extendió una hacia su acompañante. — Toma, limpiate un poco, ahora iremos al patio a enjuagarnos con la manguera.

Esta obra de arte vale millones-Estaba riéndose realmente disfrutando de ello era simplemente gracioso- Ahora que lo pienso a ti también debería subastarte.

¡Toda una obra de arte! Capaz te podemos subastar... — Empezó a imaginar aquello, ¿Cuánto ofrecerían? ¿Quiénes participarían? ¿Dónde podría llevar acabó la subasta? Tantas preguntas. — ¡Sería divertido! — Trata de no reírse.

Lo se lo se luzco increíblemente guapo-Estaba completamente lleno de pintura y más cuando ella le abrazo-

Tuvo que aguantar la respiración al sentir cómo le caía toda la pintura encima. Cuando terminó de vaciarselo encima, se acercó a él con rapidez y lo abrazó, de hecho comenzó a casi limpiarse en él si es que era posible porque ambos estaban ya llenos de pintura. Comenzó a reír a carcajadas el verlo cubierto de color. — ¡Pero qué guapo te ves!

-Tomo otro bote de pintura dejándo caer todo el contenido sobre su cabeza después de que ella le hubiera llenado de pintura-

— Trató inútilmente de evadir su mano para que no la pintara, sin embargo se soltó a reír cuando se sintió cubierta de pintura del rostro. — ¡Pausa! —¿Pausa? ¿Eso se valía? Extendió sus manos en busca de más pinturillas que tenía ahí para seguir llenándolo de colores. — Es más, ¿sabes qué? — Sujetó las manos de él para poder detenerlo un momento e ir por un bote de pintura. Volteó a verlo para observar su reacción con la que seguramente no podría evitar reírse. —

-Apenas reaccionó cuando sintio los dedos ajenos sobre su rostro manchandole bien ambos podían jugar ese juego y así fue como tomo de la paleta que ella estaba usando llenando sus dedos de pintura manchandole todo el rostro entre risas-

No me digas... Eres toda una cajita de sorpresas Winter. — No se esperaba aquello. Su única reacción fue cerrar sus ojos mientras presionaba sus labios entre si reprimiendo apenas su risa. — Confirmo, cajita de sorpresas. — Se limpió la nariz con su dedo índice. Volteó a un lado embarrando su mano entera en la paleta que había estado usando, de inmediato llevó su mano al rostro ajeno dejándole tres dedos marcados con distintos colores cada uno. — ¡Já! — Reía victoriosa.