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— Cantas muy bien, Ophanim...
 
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Alis observó a Ophanim alejarse de él en silencio, esperando el momento en que éste estuviera lo suficientemente alejado. Al estar completamente solo, el joven ángel se ruborizó al máximo, abrazándose a sí mismo y su arpa, mordiendo su labio inferior.

— "No lo soporto más...Nilam, necesito verte otra vez..." — Pensaba en su mente, elevándose del suelo y volando hacia las afueras de ese jardín celestial.

Escondiéndose en algunas nubes para no ser visto, logró salir exitosamente del Reino Celestial y, sin autorización previa ni aviso hacia los demás ángeles superiores, descendió a la Tierra, en búsqueda del Ifrit.
SW-User
-... Lo tendre en cuenta, Joven Alis.

Responde suspirando suavemente y dejandole ir, regresando a su forma normal para poder retirarse a llevar la noticia.
Lentamente alejó su mano de delante de Ophanim, pero la usó para extraer una larga pluma de sus alas. Al tenerla en su mano, sopló suavemente en esta y se la entregó al trono, sonriéndole de manera amistosa.

— Si...Si deseas visitarme en alguna misión que tengas en el mundo humano, ahí estará mi dirección... — Le dijo con una pequeña sonrisa en sus labios. En efecto, la pluma tenía una inscripción con letras plateadas la dirección del apartamento de Alis.
SW-User
-Alis... no lo entiendes... Nuestro Padre es lo unico que necesito y deseo...

Así como Alis estaba decidido a bajar, el Trono estaba decidido a mostrar su lealtad hacia su padre, negando al ver aquella mano extendida hacia el

- Transmitiré tu decision a Padre, puedes bajar, Alis.
Alis se quedó en silencio unos segundos, respirando profundamente y manteniendo su vista fija en los ojos del mayor. Luego, extendió su mano, como invitándole a seguirle.

— Ven conmigo, Ophanim. Duremos sólo 24 horas allá y experimenta por tí mismo todo lo que existe en el mundo humano. Si de verdad no te llega a gustar nada de ello, vuelves acá al Reino Celestial y todo volverá a la normalidad. Voy a guiarte y si en menos de ese tiempo quieres regresar acá, lo hacemos sin ningún problema. Pero...Es bueno que tengas pleno conocimiento del bien y el mal en el mundo humano... — Se elevó con sus alas, manteniendo su mano extendida hacia él. — Si no quieres acompañarme, está bien...Aún así, yo...Yo no volveré aquí... — Murmuró bajando la mirada, pero siendo completamente seguro de su decisión, aún si debía pagar el precio de convertirse en un ángel caído.
SW-User
-Nunca he tenido necesidad de buscar mas alla de lo que Padre ofrece.

Responde el trono, mordiendose el labio inferior y llevandose la mano al pecho, suspirando al sentir la determinacion del ajeno en abandonar su hogar. Termina por cerrar los ojos

- No soy quien para detenerte... pero no puedo garantizar tu seguridad si decides en verdad retirarte de los cielos. Tus alas van a ser revocadas.
— Lo sabía: No sabes nada... — Mostró una pequeña sonrisa irónica, suspirando. — Yo...También creí en todo eso y sentía que era feliz con toda la libertad que el Padre me ha dado, al igual que a todos los que habitamos acá en el cielo... Pero nada de lo que el Padre me ha ofrecido, se compara con lo que viví en el mundo humano... — Para cualquier otro ángel, sus comentarios podían catalogarse como una clara blasfemia al Creador. No obstante, el joven ángel estaba siendo sincero con sus ideas y sentimientos.
SW-User
El trono escucha en silencio sus palabras y anecdotas, cerrando sus ojos y suspirando antes de ver al horizonte con una suave sonrisa

- No está en mi deber ni necesidad el vivir una vida mortal... no tengo necesidad de comer, beber, y mucho menos entregarme a... ciertos placeres, aunque se que hay angeles que lo hacen.

Responde el Ophanim, sonrojandose de manera visible al hablar de aquel tema, viendo a su angel acompañante

- Lo lamento, me apena un poco hablar de estos temas. Pero... mi trabajo es con nuestro Padre, nunca habia bajado a la tierra antes, no se supone que lo haga a menos que haga algo demasiado importante que hacer... Padre nos da todo el placer y la felicidad que necesitamos los tronos.
— Estuve en ese mundo por varios meses y, aunque con algo de dificultades, estaba comenzando a tener una vida estable, mientras ayudaba a muchos humanos en sus problemas. Poco a poco, sentía que me estaba convirtiendo en un ángel guardian ejemplar...— Comenzó a decirle, mirándole de reojo aún dándole la espalda. — Es...Es cierto que las cosas que me pasaron con el Ifrit no fueron...No fueron correctas. Pero antes de haberle conocido, tuve buenas vivencias allá. Un apartamento, un trabajo y hasta estaba en el coro de voces de la catedral... — Al recordar todo ello, sus ojos se iluminaban de felicidad y nostalgia. — Y desde luego, los deleites... — En ese momento, Alis se dio la vuelta para verle y cuestionarle a Ophanim al respecto. — De casualidad... ¿Has ido al mundo humano y has probado todo lo que hay allá?
SW-User
-Alis...

El trono se preocupa claramente por las palabras ajenas, sin embargo, sabia que no era su deber el detenerle, debia persuadirlo, no obligarlo

- Alis... este es tu lugar... en la tierra... no vas a tener los cuidados necesarios... siempre vas a pertenecer aqui, joven.

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