— Con los humanos suelen tener misericordia...Pero no hacia otros como ellos. Sólo un tonto traicionaría al Dios Creador, por un semejante.

Tanto miedo dan esos... angeles tuyos?

— Sólo espero...No ser descubierto por algún humano o peor...Por otro ángel de igual o mayor rango que yo. — Susurró Alis, cubriendo su apenado rostro con sus manos.

Yo digo que no es algo malo, pero claro... mi religion y la tuya son totalmente diferentes.

Su pregunta fue inesperada, causando un brillante rubor en las mejillas de la deidad. Sin embargo, bajó su mirada y negaba con la cabeza.

— ¿Es algo malo muy el no arrepentirse de algo que, bueno...Se siente bien...?

-Te arrepientes?

Pregunta, arqueando una de sus cejas y viendole a los ojos

— Sólo si me arrepiento de corazón de mis pecados... — Le respondió, diciendo aquello en un débil tono de voz.

-Y... si por todos tus pecados te exilian y xumpliste las 100 misiones por nada?

Hace una pregunta genuina al angel finalmente

— No he regresado, porque no he terminado mi asignación como aprendiz de ángel...Mi misión es concederle milagros a 100 personas...Sólo he ayudado a 10... Hasta que no termine esa misión, no puedo regresar al Reino Celestial. — Le respondió el ángel, bajando su mirada al recordar lo mucho que ha descuidado su misión en el mundo humano.

-Bueno... no se, no te han dejado entrar al reino celestial?

Pregunta, queriendo entender al menos levemente mejor su concepto

- Porque has desobedecido a tu dios multiples veces...