— Buenas noches, Nilam... — Le acaricia suave el cabello, aun abrazándole y escuchándole respirar.

-El Ifrit terminan cerrando sus ojos por completo, durmiendose de forma inmediata abrazado al Angel en todo momento-

— De...De acuerdo... — Alis le permitió a Nilam que estuviera así de cerca de él. No entendía la causa, pero disfrutaba bastante escuchar los latidos de su corazón y la cálidez de su respiración.

No importa, puedo regular mi temperatura -comenta cerrando los ojos y mantenienfo la cabeza sobre la del contrario-

— ¿No? Pero así podrás dormir cómodo. — Se dejó abrazar por el mayor, sonriéndole con algo de timidez. — Además, si estamos así de cerca, tendremos más calor...Jejeje.

No todos -responde, abrazandose al contrario y atraayendolo a la cama- Hace calor, mo necesito mantas.

— Espero que eso no les pase a tí y a tu hermano...Todos merecen ser libres. — Murmuró el ángel, volviendo a ponerse de pie. — Traeré algunas mantas para tí.

Hahaha! Ya quisieran ellos tener las habilidades para hacerlo -responde claramente divertido por sus palabras- No, ellos no pueden... son otros, pero no es importante.

— ¿Son los humanos quienes atrapan a los seres como tú, Nilam? — Le preguntó, sintiendo curiosidad por ello. Era bueno para el ángel conocer no solamente el lado "bendito" de la humanidad, si no también la parte oscura. Sentía que, de alguna manera, le abría más su mentalidad con respecto a ello, para así obrar justamente para con ellos.

Efectivamente -comenta el mayor, acariciando sus muñecas levemente- No quiero eso para mi... nunca lo quise, la verdad.