Los maestros comprenden la complejidad de pelear con sus elementos de control porque los sienten, los escuchan, los canalizan y son parte de ellos. Los no maestros, por el contario, cuentan con su fuerza, son la parte de un todo que sólo es fuerte en conjunto. El avatar dominó los cuatro elementos, Sokka dominó los estilos fuera de las artes de control de las cuatro naciones del mundo.
Había llegado de una Tribu donde él era el "único hombre en pie", aunque en realidad era un niño. Aun así, parece que tienes que ser un hombre desde corta edad cuando no queda nada más.
Llegó a la isla Kyoshi un día. Ya no era ese niño que jugaba sobre nieve a ser un guerrero, ahora tenía que ser uno y tomar el papel enserio. Aquel día que pisó la isla y fue emboscado por mujeres tuvo una visión más allá de la que conocía: no había hombres que las lideraran, como solía ser en su Tribu, y tampoco ellas parecían necesitar ser protegidas porque ellas protegían al pueblo.
Esa era otra cara del dado, otra que Sokka estaba a punto de conocer: las tradiciones de otra nación, de una extensión del Reino Tierra, algo que, probablemente, nadie más de su Tribu habría tenido oportunidad de hacer.
El guerrero de la Tribu Agua recibió algo que ningún extraño y, mucho menos un hombre, recibiría jamás: enseñanza del arte de combate de las guerreras Kyoshi, pero no
