—Me gustaría visitarlo, podríamos elegir alguna tela y renovar las cortinas de tu estudio. —Propuso mientras tomaba su mano y depositaba un beso en el dorso de esta. —Siento mi actitud, es la primera vez desde Francia que estoy tanto tiempo sin ellas. Pero la dicha de estar a tu lado es suficiente, eso no lo dudes. —Un guiño de ojo acompañó esas palabras y acarició su mano con el pulgar, mientras continuaba abanicándose.

No lo se parece que será un nuevo local de telas.-La observo completamente a ella con una pequeña sonrisa en sus labios- Así es pensaba que en un par de meses podríamos ir a visitarlas.

—¿Tienda de qué área? —Inquirio con curiosidad sin apartar su vista del mar de gente, con sus palabras, volvió sus ojos hacia su esposo y asintió ligeramente con la cabeza. — Eso me alegraría pero aún faltan unas paradas oficiales para llegar a eso, ¿verdad?

Venía una nueva tienda que abrieron.-Respondio mirandola ahora a ella notando como es que buscaba al resto de sus hermanas y sonrio ligeramente- Quizá podamos visitar a tus hermanas pronto.

— ¿Qué miras, querido? —Susuró mientras se abanicaba distraídamente, con la mirada perdida buscando a alguna de sus hermanas en la multitud aunque sabía que no las iba a encontrar. Estaban del otro lado del país.