¿Entrenarte? Aún estás a unos 10 años de pedirme eso, primero como dije, muéstrame tus habilidades, si me convencen entonces me pensaré el entrenarte.
-Sin más esperaría a que ella tomara la decisión de iniciar algún movimiento o un ataque, pero él se prepararía, abriendo la puerta de babilonia, para que de ahí saliera un libro dorado, el cual sujetaría con la mano derecha.-
-El rubio pasó por alto aquello, no le importaba en lo absoluto el comportamiento de los demás, solo era importante lo que él hacía.- Por lo que veo posees habilidades mágicas, no, no por lo que veo, por lo que siento, sería interesante ver dichas habilidades.
-Dijo directamente aún con los brazos cruzados a la altura de su pecho, presionando este para luego bajarlos colocándolos a los lados propios.- Si me das un buen entretenimiento, prometo compensarte.
Entiendo, pero de igual forma, Siduri me mataría por el simple hecho de no presentar los valores de Uruk, así que me presentaré. Soy Gilgamesh, rey de Uruk, y muchos títulos más, pero ese es el que más me importa, puedes llamarme "Gil" o "Rey".
Oh, lamento mucho no presentarme en cuanto le vi. -El rubio se cruzó de brazos y terminó soltando una pequeña carcajada.- Si Siduri me viera, diría que mis modales son pésimos.