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— Pediré por ti.
 
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— Sí. Y a la vez, muchas han sido ignoradas, no parece haber método infalible. Si todas las plegarias se cumplen sería un caos. Peor vale la pena. En lo personal me reconforta, suena agotador no creer en nada. ¿No cansa? - Voltea al suelo, luego va paseando la mirads en escalas desconocidas en dirección a la incrédula voz. Las manos seguían juntas, frías. - No creer en nada.
NdV1572328 · M
—No, yo no hago esas cosas. —Se encogió de hombros al tiempo que una mueca divertida se formó en su rostro, ¿había dicho "gatitos"? Se vio minimamente enternecido por la respuesta femenina que, sin duda, le recordó una época distante en la que había conocido a un ser humano con la extraña cualidad de hacerlo sentir conmovido. —Dígame entonces, desconocida, ¿algunas de sus plegarias se han cumplido alguna vez? De lo contrario, creo que pedirle favores a quién-quiera-que-sea, no es más que una pérdida de tiempo y saliva. —Él era la clara muestra de ello pues, si lo quería, podría prenderle fuego a todo el lugar y arruinar las cosechas, las flores e, incluso, arrancarle la vida a unos cuantos animales; ningún Dios habría de impedirle cumplir su voluntad y eso era, en su opinión, la prueba definitiva de la inexistencia divina.
— Pediré, por las cosechas, mis flores, las aves, los gatitos, adoro los gatitos ¿Cuenta como ser egoísta? ¿Tú no rezas, visitante? ¿Ni en los momentos más turbios alzas una plegaria rápida? Quizá por inercia.

- Desvía la mirada del profundo cielo salpicado de estrellas y la posa en quién es el origen de aquella cuestión. No era raro toparse con caminantes, peregrinos o simples transeúntes. Un sitio público y relativamente conocido, más con la moda nueva de "redescubrir la naturaleza" -

— No está de más.
NdV1572328 · M
—¿Pedirá? —Cuestionó al haber escuchado a una joven hablar a la mitad de la noche. —¿Qué pedirá? —A lo largo de los siglos, Níðhöggr había sido testigo de la fe humana en distintas divinidades creadas, en su opinión, de la necesidad y la imaginación. Él, por supuesto, era un escéptico que solía burlarse de la debilidad humana y su fanatismo; empero, la expresión de la mujer estaba tan llena de pureza que no pudo evitar que la curiosidad imperara. De todos modos su transformación tardaría y, de seguir vagando en el bosque con su forma humana a Interactuar con ella, encontraba entretenido el encuentro.

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