— Los corderos no hacen rrrrr. [?]

Se equivoca, es usted. Blanca como una (?)

— Usted. Los rizos lo delatan. [?!]

Todos sabemos quien el cazador vestido de cordero.

— Me gusta que acceda a condenarse por voluntad propia. [?]

¿No lo era ya? Pobre de mí.

— ¿Se ofrece de víctima, señogg?

Habil cazadora, si.

— Y le digo yo. Depende de mi ocasional Víctima y recurrente victimario.

-Habla normalito ahora- No siempre se puede, no siempre.