— Es sencillo. Usted me debe cosas y yo solo le reclamo una vez a la semana. ¿Qué tal? [?]

—Y cómo si suelen ser un peso en los hombros... —Ya se había apoyado del muro para hablar [?]

— ¿Por? Son divertidas, desde mi perspectiva. [?]

—Pero, ¿a quién le gustan las deudas? A mí no, eso es cierto [?]

— Que suena a que parecen no gustarle. Las deudas. [?]

—¿Me burlo? Sólo sonrío. Y espero, también, a que me cuente su explicación.

— Lo disfruta demasiado ¡Mire, mire! Se burla...

Rió con suavidad, estirándose lo suficientemente para que su rostro no fuera cortado por la altura del muro.

—Supongo que esto es nuestra vida ahora, através de un muro demasiado alto para usted. [?]

— Cierto.

- Lo intenta, con las manos apoyadas al borde del muro, decidida es que da algunos saltitos... Sin éxito alguno. -

—... ¿Es indispensable? [?]

—Eso podría cambiar —comentó —, podría saltar de vuelta a este lado del muro.