—... No tienes que sentir pena por mi escasa habilidad en los conjuros.

La rodeó con un brazo y besó su mejilla.

— No tengo muchos talentos. -Se mira las manos, absorta en sus ideas.- Debo aprovechar los que si.

—Eres tan fina con las hierbas...

— No sirven, y nunca dan suficiente msterial ¿recuerdas la última vez? Tuvimos que compartir la madreselva.

—¿Por qué no trabajas con las plantas que nos dan?

— "Autorizada" las ortigas no esperan tanto.

—Hazlo cuando estés autorizada, ¿sí?

— No es escapar, estamos en los terrenos de escuela ¿no? Es trabajo de campo. ¿Cómo conseguir buenos materiales sin explorar?

—No, me preocupaba por tí. Sabes que no me gusta que te escapes así de la escuela.