Suplico el menor ya con sus ojos llorosos mientras ahora sacaba de su mochila como por arte de magia un micrófono, y una bocina dispuesto a cantarle en la calle para convencerlo
, ¿acaso aquello era suerte? Lo había logrado vislumbrar en la oscuridad de la noche antes de que este pudiese siquiera abrir su puerta. ¡Usami! Grito su nombre el joven pelirosado, su apariencia pudo haber sido bastante normal de no ser por que traía una tortuga terrestre en la cabeza. ¡Por favor! ¿Escribirías canciones para mí? Una gotita resbalo por la cien del menor quien aún no sabía cómo pedir las cosas correctamente sin embargo se mostraba amable y decidido, de su mochila comenzó a sacar sus discos, dulces, comida, todo lo iba poniendo en los brazos contrarios incluyendo a la tortuga que había salvado de unos niños que la molestaban.. Por supuesto que no será gratuitamente, pero por favor, dame la oportunidad de convencerte, te juro que valgo la pena.
El nuevo sencillo de Nittle Grasper ya se encontraba a la venta, la música, sus canciones, y las letras eran fantásticas, deslumbrantes y aunque Shuichi estaba emocionado por tener uno de estos firmado especialmente por su único dios Ryuichi Sakuma sabía que ahora que Yuki escribía sus canciones estaba más que en desventaja, por semanas había intentado escribir algo bueno sin embargo era momento de hacer a un lado su orgullo y pedir ayuda, se encontraba en casa mirando la televisión cuando la aparición de un increíble escritor apareció en su pantalla, Usami Akihiko, este era impresionantemente talentoso, solo basto que lo admirara unos segundos para que Shuichi saliera corriendo a toda velocidad de su departamento con una idea impulsivamente brillante ¡Nittle Grasper! ¡Preparate! Shuichi corria a toda velocidad, a estas alturas los reporteros ya se habían retirado y Shuichi llego corriendo hasta el departamento de Usami
