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~La criatura fascinaba a la bruja, cada vez era más graciosa, una leve sonrisa se dibujo en los labios de la mujer al percatarse como escapaba de ella en aquella pirueta tan extraña, la bruja comenzó a aplaudir animosa ante el acto que había presenciado mientras caminaba de nueva cuenta su presa~

¿Que comemos? Mmm... Veamos... Aveces las vísceras, pulmones... Pero mi parte favorita... Es el corazón... Así que... Se buena y ven hacia mi!

~Exclamó con enorme tranquilidad la bruja, volviendo a estar cerca de ella, deseaba ver alguna habilidad extraordinaria que le detuviese en devorarle, deseaba a su lado una aprendiz, quería ver aquellas agallas que podía mantener la criatura ante ella~
-En principio no dijo nada, no porque mediara opciones, le costaba creer que se le ocurriese dicha frase ¿de verdad le suele funcionar? ¿Quién es tan ingenuo? En el instinto de un animal curioso, ladea el rostro de un lado a otro.-

— Apenas y tengo.

-No era tan escuálida, verdad... No daba tiempo de responder algo con ingenio, ya quería abrirle como a un cangrejo. Saca las manos de los bolsillos y las coloca en alto, aparente señal de rendición... Luego va dejándose caer hacia atrás, que con un impulso de sus piernas le ayudó a completar una graciosa pirueta, graciosa y extraña entre las extremidades largas con los huecos vacíos mirándole, aún agazapada entre las hojas secas y hierba oscura.-

— ¿qué es lo que comen las brujas?
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~Al notar como detenía el movimiento de la bruja al detener su máscara, la mujer no puedo evitar fruncir el ceño realmente molesta, oyendose muy cerca de los labios rojizos de la bruja un gruñido bestial.
Apartó su mano lentamente de dicho objeto mientras aún mantenía aquella sonrisa amplia y llena de confianza~

Muy bien... ¿Por qué no me ofreces un poco de tu carne? Es lo único que necesito... Juro que no te mataré, a menos que tu lo desees

~Aquellas palabras fueron dichas con una tonalidad de voz un poco más grave, como si hablase una entidad más dentro de él cuerpo de la mujer.
Levantó su dedo índice de la mano apartada de la máscara, de la cual una de las uñas de la mujer comenzó a crecer para ser una afilada garra, la cual, coloco sobre el pecho ajeno, haciendo presión poco a poco.
Deseaba ver de lo que era capaz la criatura delante de ella, quería verle luchar por su vida, si la bruja le veía como una amenaza real le tomaría como compañera~
-¿Cómo le había dicho? Ahaha "Negro, le dijo el grajo al cuervo" terribles palabras, y ni se mordió la lengua al decirlas ¿que clase de justicia poética reinaba en el universo...? Pésimo servicio. Ah, no le gustaba las libertades que se tomaba, digo, aceptaba los "cumplidos" pero querer "robar" su máscara... ¡Y la favorita para colmo! No. -

— Hay que trabajar en la interpretación.

-No tenia grandes maniobras que se sacaba dr la nada, la reacción radica en pillar la zarpa helada por la palma, evitando que literalmente meta las manos donde no le incumbe. -
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~El caminar de la bruja se detuvo en seco al notar la actitud de la criatura, por fin habían llegado ambas a ese punto en donde ninguna podía seguir mintiendo, todo estaba por fin a la luz.
La mujer de alargada cabellera azabache dejó escapar un pesado suspiro de sus labios, notandose el vapor de lo frío del ambiente, cambiando su expresión radicalmente a una menos agradable, su mirada egocéntrica miraba directamente la de la criatura con ferocidad~

Muy bien pequeña ratita sucia... Basta de juegos... Me haz pillado!

~Exclamó con completa tranquilidad mientras sus pasos ahora eran más rápidos para aproximarse a ella, quedó a escasos cm de la criatura, con una de sus pálidas y alargadas manos tocó dicha máscara que cubria el rostro ajeno, deseaba ver sus ojos perder la vida poco a poco~
-Se relame los labios saboteando el ambiente tenso ¿que mentiras sabían más? ¡Pésimo! Siempre había sido una chiquilla impaciente, no era buena con las charadas largas... No heredó eso del lado de su padre. Alza la diestra de golpe, moviendo el índice y negando con peculiar ritmo. -

— Ah, ah, ah. Tiempo.

-No tenía un plan elaborado más alla de seguir sus instintos, enfunda las manos en los bolsillos del pantalón, dando el tiempo de apreciar sus reacciones ¿que haría? ¿Se sentiría descubierta? ¿Huir? ¿Rasgar? ¿Matar? Ah, la curiosidad la carcome, ansiaba saberlo todo, pronto, hundirle los colmillos, el vaho de su respiración le rodeaba mezclado con la suave neblina. -
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~Sus palabras parecían huecas y sin sentido, la bruja dudo ante lo que decía, pero simplemente le seguiría el juego, así como ella lo estaba haciendo.
Respetaba lo del retiro espiritual, no era una muy buena creyente ante esto pero le agradaba lo que había inventado, finjio cara de asombro al escuchar lo que decía~

Vaya! Es muy interesante, había escuchado de ellos pero nunca he tenido el placer de asistir a uno ¿De verdad ayudan?

~Dijo aún con esa amabilidad falsa, pero esta se desvaneció un poco al escuchar aquella segunda pregunta de su compañera, su respiración se agitó un poco por la leve presión que sintió sorpresivamente en su pecho al no saber que responder en ese momento, un as bajo la manga era lo que necesitaba.
Sonrio dulcemente y exclamo~

Pues hace mucho que no me comunico con ellos, por ende estoy aquí en busca de encontrarlos, deseo llegar de sorpresa
— Ya. Suele pasar. "perdería la cabeza sino la tuviera pegada" dicen.

-¿Cierto? Es la excusa más común. Ahora era su turno de inventar una historia creíble. ¿Quién quería ser? No tenía pinta de vivir en una granja ¿periodista? Tampoco, se sacó una excusa aleatoria bajo la manga, el Frankenstein de todas las excusas que escuchó durante el mes. -

— Al sur, donde hace más calor. Vine a un retiro espiritual de esos donde convives con la naturaleza, muy detox.

-Lo de detox no lo entendía aún, pero lo había escuchado mucho, era una moda extraña o algo así, la palabra sola le causaba risillas cuando al irse a dormir la susurraba junto a la lista de otras palabras que están de moda entre los visitantes. Siguió con la faena, avanzaba dos metros, volvía uno, todo para no perderla de vista. -

— Que raro ¿y cómo contactas a tus familiares?
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~¿Jugaba allí? ¿Que clase de explicación era esa? Cada vez sentía más curiosidad por ella.
La bruja se quedó un tanto pensativa al escuchar el cuestionamiento de su acompañante, tenía razón, ¿Donde estaba? Coloco su pálida mano diestra sobre sus labios y dejó escapar una traviesa risa mientras explicaba~

Oh vaya! Pensé que no lo preguntarias, debo decir que al momento que me he perdido, entre en cierto pánico y lo olvide en una parte del bosque, no deseaba decirte por la pena que sentía al revelarlo, me haz pillado.

~La bruja intenta hacerse pasar por la persona más dulce he inocente del mundo, le costaba demasiado trabajo, odiaba hacerlo, pero su pregunta había sido ingeniosa, comenzó a sospechar que su acompañante sospechaba de ella, su actuación había sido un asco.
Como sea, se dijo a sí misma... Si era necesario matarla allí y ahora lo haría sin dudarlo.
Sin dejar de caminar detrás de ella, volvió a preguntar~

¿En donde vives entonces?
— No. Juego aquí.

-Y verdad era, no lo consideraba su hogar, que me gustara el sitio ya era otra cosa. Quería saber mas y al mismo tiempo no pensar demasiado las cosas, trae problemas. Deja lad cháchara cordiales y continúa avanzando, no habría neblina pero si humedad, se olía. Avanzaba primero con zancadas amplias, otras más cortas. -

— Raro. ¿Sin equipaje?

-Giró de pronto con las cuencas oscuras clavadas en la figura pálida. Ambas sabían, sospechaban pero ninguna lo iba a admitir, aún. Y estaba bien ¿no funcionaba así a veces? Quería ver el límite de su ingenio. De entre las ramas caídas tomaba ls más larga, pars dibujar círculos invisibles en el suelo frío. -

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