¡Sip!, En serio...Y podré mostrarte alguna en éstos días. Es algo besho y encantador... Sólo odio qué mí alter ego masculino haga hasta lo mismo qué yo. — Sólo dedica una sonrisa en ése entonces y continúa degustando de aquél pan. —
¿Dulce de leche mexicano?, Menos mal no lo nombraste cajeta... Sería muy extraño pará mí escuchar Aquello.
¿ En serio? Me gustaría leer alguna vez una tuya, espero algún día me me la muestra. – Le dedico una sonrisa tras decir aquello cosa que la ánimo mucho más. – Es dulce de leche mexicano, está hecho se leche de cabra ~
Porque es un idiota en ciertas palabras...Nos criamos juntos y en él pasado era alguien molesto y tedioso. Es mí alter ego masculino, Pero no quiero que tú pases por lo mismo qué yo. Sé qué es un pendejo, ¿Pero que tiene él de encanto?, Ja!, Literal...NADA.
— Comentaba riendo de forma sarcástica, Santi y San eran cómo perros y gatos, Aunque ambos sé tienen cierto cariño a pesar de todo, Cómo una vez qué le comentó a Aoi sobre él problema de corazón qué él padecía. —
¿ Por qué odias tanto a Santi? – No entendía porque ella sentía tanto odio por Santi y en general a los hombres– Se que puede ser un pendejo de mierda, pero es un encanto muchas veces.
Ven aquí, Tsk!... Ya sabía yo qué esté boludo iba a hacerte algo malo, Dé seguro té quiere tocar o algo así...No té acerques a él. — La toma del brazo y sé la lleva lejos de Santi. —
