[code]Cariño o no, la presión que ejercían sobre su cuello se sentía como un vago intento de asfixia, pero no expresó ápice de molestia. Y siendo fiel a su instinto, colocó la otra mano sobre la cadera femenina para lograr levantarla sin mostrar dificultad en su labor.
Y ahora podrás alcanzar tu felicidad. –la frase podría sonar sosa para un tercero, pero tenía un significado profundo entre ellos dos.[/code]
Asintió con su rostro ante las palabras del compañero, claro que entendió esa ironía, su tono de voz lo expuso. Sonrió alegre ya que no se sentiría molesta o decepcionada por la reacción de él, la verdad que al ser opuestos se entendían muy bien. Ejerció más fuerza en esos brazos presionando más el cuello ajeno para darle entender y transmitir su cariño acompañado de alegría. —¡Estoy mejor!—
[code]Mentiría si dijera que no esperaba esa reacción por parte de la fémina, pero lo que no anticipó fue esa sensación de calidez que surgió a través del abrazo. Exhaló, lentamente, y correspondió al posar la mano sobre la cadera ajena.
Ahora ya no estás como te gusta. –agregó con sarcasmo, incapaz de dejar de lado su característica ironía, incluso en ese momento.[/code]
—Esta bien...— Por un momento lo dudó y creía que era mala idea demostrarlo con acciones pero comí él mismo lo pidió entonces ya era problema ajeno. Ahora, estando decidida se le acercó para rodearle con sus brazos aquel cuello fue así que su pecho se pegó al torso masculino terminando siendo un cálido abrazo.
