Sí, definitivamente no se había equivocado de persona. Brindó una amable sonrisa a Carol. Quién aparentemente lucía bastante cómoda en aquel conjunto. Diana siempre tomaba en cuenta sus vestidos para poder moverse y combatir, de ahí en fuera no era nada complicado.

— Estoy segura que lucirías encantadora en uno de estos. — la sonrisa se tornó de medio lado.
— Y sí, soy Diana Prince. Solo que ahora mismo soy una emisaria de Wayne, quién me envió a dar una contribución para esta noble causa, y por supuesto, enterarme cómo es que además de con dinero, podemos ayudarle. Todos han perdido gente y queremos recuperarlos. —pasó un mesero con copas de champagne, Diana tomó un par mientras el muchacho se detuvo a ofrecerles. Después de eso le acercó uno a la rubia. — Soy toda oídos, Carol Danvers. —