Todo iba bien, o eso parecía. Hasta que escuchó el estruendo. De inmediato se movilizó Carol, pero ella no podía quedarse atrás, observando, por supuesto que iba a pelear. Afortunadamente el vestido tenía aperturas entre los pliegues que le permitían lanzarse a la batalla.

El enemigo estaba ahí, pero Diana no lograba reconocerlo, al menos no lo recordaba de ninguna labor de inteligencia, ¿de dónde había salido? ahora mismo no era tan importante. Se levantó el vestido por el costado para arrancar prácticamente su espada de la pierna. No tenía el escudo a la mano, pero tenía su fuerza propia y no necesitaba más.

De inmediato corrió hasta el centro. Ese dinero debía protegerse, precisamente porque estaba destinado para las demás personas.
— ¿lo conoces? — preguntó a Carol, cualquier cosa iba a servir. La mirada retadora se había fijado en el hombretón, parecía jodidamente fuerte, pero las amazonas no temen, aunque no tengan posibilidad.

Sintió un poco de pena, parecía ser que había apabullado a la otra con esa petición, pero no quedaba de otra, lamentablemente, no estaba ahí para hacer migas. Suspiro y camino detrás de la mujer a paso lento, seguro que tenía un lugar donde pudieran hablar y ahora la llevaba a este.

Al llegar a la puerta, volteo la mirada hacía atrás, los invitados parecían demasiado tranquilos, lamentablemente, esto no duro mucho. Una de las paredes, poco a poco se empezó a quebrar, Carol, con unos reflejos casi felinos, elevó vuelo y con una velocidad tremenda, se lanzó hacía el lugar para tomar a la gente que estaba cerca y evitar que el muro a punto de colapsar cayera encima de esas personas.

Después de llevarlos a un lugar seguro, trono sus dedos, estaba segura que eso había sido causado por una persona, algo tremendamente inusual, pero aquello no paso nada más porque si.

— ¿Mis invitados? — hizo una mueca de resignación, definitivamente no era algo que ella planeó, ni siquiera era algo válido. Solo quería ir y pelear, salvar a las personas, su sentido de la justicia no la dejaba dormir. Si se pudiesen ver sus ojeras notarían todo eso. Pero no, ahí estaba dándole la cara a la vida, todos los presentes podían o no ser amigos. Pero tenían un enemigo en común: Thanos.

Diana le señaló a Carol un lugar, empezó a caminar con toda la soltura del mundo, aunque pegada a su pierna llevase con cintas su espada y nadie en ese lugar lo sabía, ni lo iban a saber a menos que la desnudaran.

— Aquí. — le mencionó, frente a una habitación con una puerta grande, muy alta de madera oscura. Diana la empujó con un hombro para darle el paso a Miss Marvel. — De todo lo que me tengas que decir este es el lugar ideal, Carol.

Una sonrisa nerviosa se mostró en los labios de la capitana, ¿volar un avión de millones de dolares? Fácil ¿tener una pelea a march 2 en cielo enemigo? Fácil ¿Tratar con una socialite como lo era Diana Prince? Ahí si tenía bastante problema. Carol Danvers jamás había sido educada a ser una mujer de fiestas, a ella le gustaba la acción, las peleas, los autos, no los vestidos, los bailes y la elegancia.

Bien estaba pensando en las notables diferencias entre ambas, pero sus palabras le hicieron caer al piso y fuerte. Muchas personas se han perdido, todo a causa de Thanos, incluso, ella misma no sabía si había sido víctima de eso, si ellas habían sobrevivido. Carol aún no tenía valor para ir a buscarlas, no podía con la idea de que ellas también se habían perdido.

—Creo que es algo que tenemos que hablar en privado, señorita Prince, no quisiera asustar a sus invitados— Quienes quizá por primera vez tenían un momento para relajarse, para poder soltar la tensión de meses.

Sí, definitivamente no se había equivocado de persona. Brindó una amable sonrisa a Carol. Quién aparentemente lucía bastante cómoda en aquel conjunto. Diana siempre tomaba en cuenta sus vestidos para poder moverse y combatir, de ahí en fuera no era nada complicado.

— Estoy segura que lucirías encantadora en uno de estos. — la sonrisa se tornó de medio lado.
— Y sí, soy Diana Prince. Solo que ahora mismo soy una emisaria de Wayne, quién me envió a dar una contribución para esta noble causa, y por supuesto, enterarme cómo es que además de con dinero, podemos ayudarle. Todos han perdido gente y queremos recuperarlos. —pasó un mesero con copas de champagne, Diana tomó un par mientras el muchacho se detuvo a ofrecerles. Después de eso le acercó uno a la rubia. — Soy toda oídos, Carol Danvers. —

Escuchó esas palabras y giro hacía la persona que le dio ese inusual halago. Estuvo a punto de soltar un comentario de agradecimiento, pero se quedo sorprendida por la mujer que tenía delante, casi al punto que le dejo sin palabras.

Tardó por un momento en reaccionar y darse cuenta que la persona que tenía delante, es la que buscaba, Diana Prince, fue por ello que le dio una agradable sonrisa, totalmente sincera.

—Que buen, vestido, creo que jamás podría usar uno, pero, en ti te queda perfecto, supongo que tu eres Diana Prince ¿o me equivoco? Te ves distinta a las fotos que vi antes— Las dos manos elevaron sus pulgares mientras miraba a la otra. Pocas veces había asistido a fiestas de gala, por eso prefería el mejor irse a la segura y no hablar demasiado, o hablar con otra gente que no fuera la mujer a la que había ido a buscar.

Parecía que reunían gente para algo bastante grande, algo único. Diana era una orgullosa guerrera amazona cuyo propósito era ayudar a salvar al mundo, e iba a hacerlo.
También recolectaban fondos. Bruce Wayne había enviado una generosa aportación con ella, solo le pidió que estuviera atenta a todos los detalles que se hablaban en ese evento. Le pidieron ir vestida de gala, hizo lo mejor que pudo. Llevaba un vestido negro, largo, con un curioso corte en V adelante y atrás, sin manga. Diana se sentía cómoda así, nada podía detenerla si tenía que pelear en algún punto. Finalmente llegó al evento, entre tintineos de copas, risas extrañas de los que iban a donar y demás gente que había perdido algo en esa batalla contra Thanos, empezó a buscar y buscar caras conocidas, no fue una pérdida de tiempo, fue rápido. Ojalá Carol la reconociera con el cabello recogido, vestido de gala y perlas. Caminó hasta la rubia. —Qué buena chaqueta. — halagó.

Después de ser puesta al día con los sucesos que habían ocurrido con respecto a Thanos sabía que había que poner manos a la obra, aunque, las recomendaciones de sus compañeros distaban un poco de sus planes, buscar al Titan Loco y quitarle esas piedras del infinito con las propias manos.

Fue dicho que debían de juntar más personas, buscar a otras personas con poderes maravillosos que pudieran unirse a la batalla, fue por ello, que la mandaron a una fiesta elegante, en donde encontraría a una persona, Diana Prince, también conocida como Wonder Woman.

Aquella era una gala organizada por ella, por su cara de civil para juntar recursos por la gente que perdió a su familia después de ese evento que aún muchos no comprendían.

Distaba de ir elegante, jeans, una camiseta negra y una chaqueta de aviador, todo un look que gano la mirada de varios mientras se movía en la fiesta, con la completa atención centrada en buscar a aquella mujer y ver si era tan maravillosa como decían.