Lenguaje de miradas, una manera peculiar de anticiparse a lo que ella quería, aunque con el escuchar de sus palabras no dudó en tomar asunto de ello. A continuación usando la misma mano que se enredaba entre los cabellos ajenos, se tomó la libertad de sujetarla allí y así acercarse también para dirigir los labios a esas líneas de sonrisa que lo cautivaban.
— I want your lips... and i want to eat them. —
Con ayuda del brazo le rodeó por la cintura para atraparla de una vez por todas, un movimiento algo raudo pero firme para sellar ese encuentro cauteloso y a la vez posesivo, jugando con aquel vaivén de gestos coquetos a medida que funde los labios en ella.
Levantó sus hombros al sentir la cercanía de los labios sobre su cabellera. Abrió entonces sus ojos elevando una poco su mentón hacia arriba; de forma que funció con ligereza el entrecejo en un dejé de infantilismo de su parte. Le miró desde abajo frunciendo los labios haciendo una pequeña muñeca, de forma en la que exigía un beso en ellos. Llevó su mano derecha a su rostro indicándole con su índice sus rosáceos, por si no había quedado claro con dicha mueca.
— Kitten want kisses. ~ —
Musitó, de forma aguda y aniñada, al tiempo que se mecía de adelante para atrás parándose en puntillas por dicha diferencia en altura con el pelinegro.
Él siempre anhela más cercanía, por lo tanto con su mano libre recorrió parte de los cabellos y área de la nuca misma de ella, un movimiento minucioso pero con cierto toque posesivo allí, demostrándole que siempre ostentaría ese título como "Amo" y "Dueño" de su amada.
— Mimitos, amor y mucha dedicación, lo que mi gatita quiera. ~ —
Dada la diferencia de altura, tan solo declinó la cabeza para entregar un beso pleno y fundido sobre la cabellera contraria, como también parte de la frente y zonas aledañas del rostro.
Fue entonces cuando ella, al sentir dicha caricia sobre su piel, bajó sus manos para llevar las mismas al pecho ajeno, apoyándose allí para recibir de mejor forma dicho cariño. Movió el rostro al tiempo que cerró sus ojos, siendo sus mejillas presas de aquél tinte rojizo en ellas.
— Sisi, me gusta ser obediente, por que a cambio de ello, me das mimtos. <•3 —
Sonrió de forma amplia, empujando así su cuerpo contra el ajenos dejando sus manitas sobre el pecho del Izanagi.
— Gatita obediente. ~ — Añadió complacido ante sus gestos, siendo además que le toma del mentón para hacer de una caricia debajo, en busca de consentirle.
