Era un beso fugaz que se convirtió en uno largo que levemente fue subiendo de tono invitando levemente a la lengua aventurera en búsqueda de su compañera en boca ajena.

Eso no se lo esperaba del ajeno, sentir como sus labios eran atrapados de sorpresa por él. Seguido sólo respondió el beso un tanto avergonzada.

*Sin decir una sola palabra retiro la banda que cubre su labios y con un movimiento rápido tomo a la dama de la cintura para plantar un dulce beso en los labios ajenos.*

— Entonces en la boda, no habrá beso? —

Y en un futuro posible esposa

— Hum, ¿Correcto? Sí soy tu pareja.

Soy de otro tiempo y no se si sea correcto.

— ¿Qué te detiene de hacer ello? No me molestaría, sabes? —

Aunque entre mas tiempo pase observando mas deseo poder usar mi tacto en un abrazo y multiples besos.

— ¡A-Ah! No, no te detengas, hum, no tienes permitido eso.