La castaña intento no rodear los ojos. Kero jamás cambiaría, sería un glotón por siempre, de eso no había duda. Una dulce sonrisa se dibujo en sus labios, mientras miraba a su pequeño amigo. — Hoy cocina mi Onii-chan, así que le diré que los prepare. —
Eres la mejor Sakura, ya me estoy saboreando esos Takoyaris aahh....
-Fantasea con esas bolitas de masa con el pulpo dentro, le fascina mucho esa comida, luego vio a la castaña tranquilo para levitar frente a ella al agitar sus alas blancas.-
No abuso de nada Sakura, sabes que como demasiado.
SW-User
— Tampoco abuses Kero-chan...— Le reprocho, inflando sus mejillas. Soltó un suspiro, tomando una decisión. — Pero está bien, tendrás tus takayaris. —
-Guardo silencio juzgando a la castaña con la mirada, una pequeña sonrisa feliz aparece en la boca del guardían y frotandose las manos comento su deseo o recompensa.-
¡Takoyaris! ¡Muchos muchos Takoyaris hasta que reviente!
SW-User
— Es que no me pude resistir...— Juega con dedos, avergonzada para luego juntar sus manos en ademán de disculpa. — ¡Lo siento! Pero te recompensaré, ¿si? —